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Entrevista. Vocal de seguridad de la Unión de Hermandades

Rafael Cabrera Sánchez: "Me gusta repasar todo horas antes, ni de mí mismo me fío"

"Soy el responsable de que en las vías públicas no haya ningún obstáculo para que el paso discurra sin problemas"

Rafael Cabrera, ayer en la sede de la Unión de Hermandades y Cofradías, con los planos de los recorridos. SABRINA CEBALLOS

¿Cuál es su función exacta?

Soy el responsable de que en las vías públicas no haya ningún obstáculo para que el paso discurra sin problemas. También me encargo de comunicar a los cuerpos y efectivos de protección y seguridad local o estatal cualquier incidente que haya durante el cortejo, aunque cada cofradía lleva sus vigilantes de tramo. Mi labor es dejarles el terreno limpio (ríe). Desde noviembre visito cada calle, fotografío todo lo que puede ser un inconveniente. Desde un cable, una obra, las ramas de un árbol o una farola o cartel. A partir de ahí comenzamos a solicitar a cada entidad correspondiente los permisos para que lo subsane, lo quite o lo suba más allá de siete metros. Adaptándome siempre al Plan de Seguridad que ha marcado el ingeniero, que en esta caso ha sido José Reyes García. Semanas y horas antes de que salgan las procesiones vuelvo a comprobar que no hay ningún obstáculo tanto para la protección de las personas que van en los cortejos como los espectadores. Y luego voy en cada procesión diez o doce pasos por delante para detectar cualquier imprevisto. Llevo 11 años en esto pero me gusta repasarlo todo; no me fío ni de mí mismo.

¿Qué procesiones son las más complicadas?

Hay tres. La del Encuentro, por la cantidad de personas que se concentra y el número de calles por las que pasa, La Magna, porque salen tres parroquias y eso arrastra también a mucha gente y la del Cristo de la Salud, por lo mismo. Este año, por ejemplo, nunca había visto la calle de Los Reyes tan abarrotada; eso te hace continuar en esto.

¿Le da tiempo a disfrutar de la Semana Santa?

Cuando termina. (ríe). Me tomo una semana sabática hasta que la Unión se reúne para organizar los actos del año siguiente.

¿Hay colaboración por parte de las administraciones, entidades y particulares para corregir esos obstáculos que detecta?

Siempre. Todos los servicios municipales atienden nuestras sugerencias, solo basta levantar el teléfono. Lo mismo ocurre con comerciantes, vecinos. Y, por supuesto, Protección Civil, Policía Local, Bomberos, el 112, que están en la calle ayudando. Actuó como un comodín entre las cofradías, la administración pública y los efectivos y cuerpos de protección y seguridad, con los que nos reunimos previamente para coordinarnos y establecer dónde están los problemas en cada recorrido. Entre todos, hemos logrado que la Semana Santa haya cogido prestigio.

¿Con qué problemas se ha topado en estos años?

Alguna fatiga, pero sin problemas. El pasado año, sin ir más lejos, en Fernando Galván, tuve que coger un mango de pintor para alargar unos cables de teléfono que se habían caído a última hora.

¿A quién se encomienda para que todo salga bien?

A mis padres, que siempre me protegen.

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