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La familia Trujillo apuesta por abrir su primer hotel en la zona de Las Canteras

El alojamiento Doña Luisa, de tres estrellas y 40 habitaciones, se sitúa en Alfredo L. Jones

Doña Luisa no trabajó nunca en hostelería, sin embargo ya tiene un hotel a su nombre. Su familia no muestra ninguna duda, "es la que más se lo merece". Y es que además de ser "la mujer más linda de la Isla", como afirma su marido Don Alberto, es la matriarca de la familia numerosa que regenta el grupo hostelero Trujillo Castellanos. El homenaje que sus nueve hijos le han programado ya está tomando forma. El hotel Doña Luisa hace dos semana que tiene cimientos sobre los que asentarse, un edificio de seis plantas en la calle Alfredo L. Jones, donde un cartel anuncia su próxima apertura.

El inmueble mira desde sus balcones a la avenida de la playa de Las Canteras, la joya capitalina que brillará con una categoría tres estrellas. El edificio, que tiene previsto crecer una planta, contará con aproximadamente 40 habitaciones. "En todas ellas primará el diseño y la mejor tecnología", que son algunas de las máximas que profesa Alberto Trujillo Castellanos, uno de los miembros de la empresa familiar. El proyecto plantea que sea "un hotel puntero, a la última en internet y audiovisual", confirma Jorge. Tras un año de estudio y negociación, la finca elegida ha pasado a manos de los Trujillo Castellanos, sin embargo hasta su apertura a finales de año como hotel Doña Luisa queda mucho por andar. Los planes que tiene el grupo hotelero para el bloque pasan por un lavado de cara completo, con la creación de un solarium, piscina, sala audiovisual, una remodelación de todas las terrazas y una fachada que juegue con la iluminación. Un proyecto ambicioso que esté a la altura de Doña Luisa. "La fachada será distinguida, llamativa, el exterior va a tener mucha personalidad", indica Alberto.

Además, el homenaje que sus hijos plantean para su madre tiene también un poco de ella. "Siempre ha sido una gran defensora de Gran Canaria, por ello las habitaciones no irán numeradas, sino que tendrán el nombre de diferentes zonas o barrios de la Isla", explica Gloria. Este guiño a los rincones de la geografía isleña guarda un doble sentido. "Se buscará de esta manera que el cliente no solo se quede con la ciudad sino que al menos conozca el nombre de otros lugares de la maravillosa Gran Canaria", apunta. El empujoncito que llevó al hotel Doña Luisa a dar el paso hacia la calle Alfredo L. Jones no solo tiene que ver con el hechizo de la orilla capitalina. "Está zona ha mejorado indiscutiblemente en los últimos años, se ha satisfecho una demanda que era necesaria", detalla Alberto. La peatonalización de Luis Morote, la reforma de Fernando Guanarteme, la tranquilidad de las terrazas de Ruiz de Alda, son algunos de los ejemplos que ha llevado al grupo de empresarios a decantarse por este emplazamiento.

La evolución positiva del barrio "es solo el principio para una zona llena de potencial y que va a seguir creciendo", añade Alberto, que está convencido de las posibilidades que ofrece el vecindario. El cabeza de familia, Don Alberto Trujillo Angulo, tampoco duda al respecto, "ya mis abuelos lo decían, esta Isla va a llegar muy lejos". Una profecía que ha seguido a rajatabla su negocio. Aunque es el primer hotel que lleva su firma en la capital grancanaria, los hermanos Trujillo Castellanos han invertido en otro tipo de edificaciones en la ciudad, y con la veteranía de varios complejos hoteleros en el sur se lanzan a la piscina con el nuevo proyecto.

"Hemos apostado por el despegue económico de Las Palmas, en estos últimos años ha ganado mucho movimiento", asegura Alberto. El diseño moderno, limpio y cuidado que caracterizará al hotel Doña Luisa, "pretende atraer a un tipo alternativo de turismo, clientes que busquen un alojamiento más familiar y más tranquilo", tal y como considera Jorge. A su juicio, es cuestión de diversificar. "Dará cabida al turismo de ciudad, de pequeñas empresas y también a todos los clientes que atraiga el puerto con sus operarios y gerentes, también con las plataformas y próximamente más aún con la inauguración del acuario". Aunque todavía no conocen exactamente el número de empleados que necesitarán para el cuidado del hotel, su apertura irá unido de la oferta de puestos de trabajo. "Necesitaremos personal de mantenimiento, limpieza, recepción, cafetería... y eso solo para empezar", explica Gloria.

El grupo de explotación turística que regentan los hermanos Trujillo Castellanos asegura que Las Palmas de Gran Canaria tiene potencial para llamar al inversor "La ciudad ofrece muchas posibilidades y una oferta diversificada de ocio ", afirma Alberto, "para tomar las decisiones y estudiar las inversiones siempre nos reunimos en familia y estábamos todos de acuerdo en invertir aquí". Sin embargo, la urbe también tiene sus debilidades. "El principal problema es el espacio limitado. Los inmuebles son más pequeños y más caros, generan menos ingresos y siempre existe incertidumbre", plantea Gloria, "ahora mismo está en alza y aunque las expectativas son buenas, no sabemos si durará".

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