Jacarandás, mimosas comunes, tulíperos, pinos de piso, pimenteros, palmeras y dragos. 185 nuevos pobladores para el "corredor" de Tamaraceite. 71.000 metros cuadrados de arbolada para dar un respiro al barrio con un nuevo pulmón verde. El parque urbano Tamaraceite Sur estará listo en seis meses y servirá de nexo de unión de la nueva zona comercial con la circunvalación y los aparcamientos.
El proyecto, con un presupuesto de dos millones de euros, no solo contempla ser una bocanada de aire fresco para los tamaraceiteros sino servir de espacio de ocio, esparcimiento, deporte y área de juegos infantiles. Estará dotado de pista de running, sendas ciclistas y aparatos biosaludables entre otros elementos. Una de las acciones más importantes de la obra ya está hecha, la canalización de 183 metros cuadrados de barranco. Un esfuerzo titánico por la seguridad y la estabilidad del terreno que da luz verde al resto de la reforma de la zona.
Tras este primer paso, el parque urbano ha empezado a andar con un plan paisajístico que contempla diferentes espacios, donde la jardinería toma la palabra. 1.285 plazas de aparcamiento quedarán integradas en el corredor verde, entre islas interiores, alcorques y parterres. Más de una decena de áreas libres serán replantadas en el interior del parking para unificar el estacionamiento con la estética del parque. Un total de 6.195 metros cuadrados de jardines, espacios de sombra, cultivares de flor y hasta dos fuentes para las islas de mayor tamaño. Una de ellas hará un guiño a la agricultura de antaño, conservando la forma tradicional de una cantonera, el sistema de riego que se usaba antiguamente en los cultivos de la zona.
Casi 200 alcorques, que darán cobijo a jacarandás y acacias, aportarán el valor vertical al parque urbano y darán unidad al espacio. También habrá lugar para la identidad isleña, que estará marcada por las especies autóctonas, con un papel protagonista en el recinto. Palmeras y dragos rodearán el espacio, del mismo modo que una senda ciclista y un paseo peatonal. Estas avenidas para el deporte abrazarán el parque, al igual que las maquinas de ejercicio físico que estarán salpicadas en todo el terreno.
Sin embargo, el parque no pretende dejar de ser un barranco. Se conservarán algunos elementos que continuarán recordando a lo que originalmente fue, con especies vegetales propias de la orografía y un "río seco" con callaos y arenas de la zona. El cauce seco será solo una metáfora, ya que el espacio no escatimará en sistemas de riego. El tratamiento del suelo es una de las prioridades del parque urbano, que necesitará una ayudita para conservar su carácter de corredor verde. Por ello, se completarán varias áreas con tierra vegetal y se distribuirá una red de riego "inteligente". Un ordenador central con software especializado será el encargado de controlar que no se desperdicie ni una gota de agua. El sistema centralizado de control analizará las variables del terreno así como las necesidades de humedad según la situación climatológica. Esta aplicación informática permite la distribución del agua por sectores y por tipo de vegetación así como la programación automática del riego.
Parquin integrado
Sin embargo, uno de los principales atractivos del parque urbano Tamaraceite Sur lo lleva en su cara exterior. A pesar de dar cobijo más de un millar de plazas de aparcamiento, estas estarán integradas y camufladas tras un "muro vegetal" y no serán apenas visibles desde la autovía. Esta idea la llevará a cabo el talud que bordea al parking, una superficie de 6.783 metros cuadrados que ejerce la doble función de seguridad y estética. La zona recorrerá longitudinalmente al barranco y servirá de pantalla visual al estacionamiento. El espacio estará tratado con plantaciones arbóreas y endémicas y de esta forma cerrará el parque enmarcándolo en un anillo vegetal. La primera fase del proyecto arrancó a principio de este año con la creación de 400 metros lineales, que abarcó una superficie de 1.200 metros longitudinales y un ancho entre 10 y 70 metros entre la calle Virgilio y la Cruz del Ovejero.
El "corredor verde" se planteó como un espacio para dar refugio al área comercial y el aparcamiento que da servicio a las grandes superficies y como zona de transición a la circunvalación.
