El pasado lunes, la viceconsejera de Vivienda y Asuntos Sociales del Gobierno de Canarias, Isabel Mena, acompañada por el alcalde Augusto Hidalgo, hizo entrega de las llaves de las viviendas sociales del barrio de Las Torres a familias sin recursos. Los nuevos vecinos de la zona se quejan de la tediosa tarea que les está suponiendo contratar los servicios de electricidad y agua, así como de los desperfectos que presentan muchos de los hogares del inmueble.
La gota que colmó el vaso fue la que calló del techo del hogar de Francisco Javier González, adjudicatario del bloque tres del inmueble de Las Torres y arrendatario, después de que el pasado lunes se le entregaran las llaves, de la quinta planta de la promoción de 57 viviendas de Las Torres. A las goteras se suman las humedades y fisuras en las paredes de muchas de las casas que conforman el edificio. Pese a la ausencia de los servicios de agua y electricidad, algunos vecinos no han tardado en instalarse en su nuevo domicilio para ahorrarse, de esta manera, el alquiler del mes de agosto de sus anteriores arrendamientos.
"El jueves se arregló el tema de la luz, que se contrató hoy [por ayer]. Tardan entre siete y diez días hábiles, aunque ya las familias están empezando a vivir aquí. Pero con el servicio de agua seguimos teniendo problemas y no podemos contratarlo. Tenemos que esperar a que nos llamen", declaraba, desesperado, González. Por su parte, José Gregorio Pérez, director general del Instituto Canario de Vivienda, aseguró que este procedimiento es "completamente normal", y que ha intentado "acompañar a los vecinos durante este proceso para agilizar al máximo la contratación".
Pérez cree que este malentendido que ha habido entre el Instituto Canario de Vivienda y los vecinos se debe a una falta de comunicación. "La información no fue lo más didáctica posible", confesó mientras explicaba que el procedimiento habitual para la instalación de los servicios de agua y luz es este. Pese a que entiende la urgencia de las familias, aclaró que "el día de la entrega de llaves se explicó a los adjudicatarios que estos servicios tardarían entre diez y quince días, pero algunos de ellos se han ido a vivir ahí ya para ahorrarse el alquiler del mes de agosto de sus anteriores viviendas".
En cuanto al deterioro de los domicilios sobre los que se están quejando los vecinos, Pérez esclareció que los residentes "tienen que informar de su existencia durante el primer mes". Aseveró también que se reuniría con los arquitectos del inmueble para solucionar los problemas de goteras y humedades que, cree, se han ocasionado por un desperfecto en el tejado del mismo.
Ángel Sabroso, viceportavoz del Grupo Popular, aprovechó el pleno municipal de ayer para pedirle explicaciones a Javier Doreste, concejal de Urbanismo, sobre la falta de medios de las viviendas de Las Torres. Ante esta apelación, el edil de LPGC Puede contestó: "Como diría un histórico líder de su partido, 'estamos trabajando en ello'".
El director de Vivienda se responsabilizó del retraso que han sufrido las familias a las que se les ha adjudicado un piso en un edificio en el Valle de Jinámar que lleva construido desde 2012. A pesar de solo haber estado una semana como encargado de esta situación, Pérez reconoció que "es injustificado que se esté tardando tanto en entregar estas viviendas". El inmueble empezó a mostrar signos de deterioro al año de haberse construido debido al abandono al que se le sometió. Sin embargo, a día de hoy, el edificio se encuentra vallado, con un vigilante, y sin signos del vandalismo que se había denunciado años atrás.
Parece que el sufrimiento de las familias a la espera de la entrega de llaves de sus viviendas en Jinámar llegará pronto a su fin. Pérez se reunirá con ellas la semana que viene y quiere que se instalen en ellas antes del próximo mes de octubre.
