El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha completado este miércoles 5 de agosto la retirada de las cinco toneladas de piedras que el 21 de julio se desprendieron de la montaña y rodaron hasta dañar el paseo de El Confital.

Un camión grúa y varios operarios se emplearon durante la mañana en retirar las piedras, una tarea que, según ha explicado el Consistorio en un comunicado no ha podido hacerse antes "al encontrarse en un paraje natural de especial valor arqueológico y etnográfico".

La concejal de Fomento y Servicios Públicos, Inmaculada Medina, y el de Ciudad de Mar, José Eduardo Ramírez, supervisaron las tareas de recogida de las piedras y aclararon los motivos del retraso de esta operación.

"Teníamos que esperar por la autorización del Cabildo de Gran Canaria, que es quien tiene la responsabilidad para actuar en esta zona, que es paraje natural", afirmó Medina.

La edil ha agregado que "sin esos condicionantes, se hubiera actuado de inmediato, el mismo día del derrumbe, troceando las piedras y enviándolas a la escombrera, lo que era imposible porque El Confital es parte de un Bien de Interés Cultural".

"En El Confital está el yacimiento prehispánico más importante de la ciudad, y parte de ese yacimiento se ha ido cayendo en la ladera que da a la playa con el paso del tiempo y la erosión, por lo que no podemos dejar las piedras en cualquier lado ante el riesgo de tapar otros yacimientos", ha precisado el concejal de Ciudad de Mar.

Ramírez ha destacado que el Ayuntamiento "ha tenido que ser muy cuidadoso y esperar a que los informes de los arqueólogos del Cabildo dijeran qué hacer y dónde depositar las piedras, porque no se pueden dejar en cualquier lado".

Inmaculada Medina explicó que el Ayuntamiento capitalino ha tenido que desembolsar 6.000 euros para contratar el camión grúa que esta mañana retiró las piedras de gran tonelaje que han dejado la pasarela totalmente despejada.

La edil ha añadido que "ahora queda el trabajo principal, que le corresponde al Cabildo, que es empezar a quitar todas esas piedras que aún quedan en lo alto de la montaña y que están en malas condiciones, o cuarteadas, para que no se vuelvan a producir nuevos derrumbes".

Medina y Ramírez han pedido a los usuarios de El Confital que respeten las señalizaciones y se mantengan fuera de la zona acotada, ya que el riesgo de desprendimientos sigue vigente.