Natural de Las Palmas de Gran Canaria, Eduardo Paz, proveedor de buques, es un amante del enclave natural de El Confital, donde practica surf. Pide más limpieza en la playa y adecentar la entrada para tener un acceso en coche más cómodo.
¿Cuál es su historia con el Confital?
Nací aquí y vivo aquí. Llevo toda mi vida viniendo a esta zona, es donde me crie. Comencé a coger olas en esta zona y ahora me encanta el surf.
¿Su mejor recuerdo en esta playa?
Recuerdo que, cuando era más joven y la playa no estaba lo controlada que está ahora, venía mucha menos gente. Echo de menos el meterme en el agua a surfear y solo tener a mi lado a tres o cuatro surferos más. En la actualidad, practicar este deporte se vuelve una tarea complicada porque tienes que esquivar a mucha gente.
¿Qué mejoras cree que le hace falta a la zona de El Confital?
Creo que a El Confital le faltan dos cosas esenciales. La primera de ellas es la de la limpieza de la zona. Sobre todo en la parte de debajo de la playa, que ya por último he conseguido ver hasta ratones. Pediría que hubiera más sitios para tirar basura y también pediría a la gente que frecuenta la zona que se concienciara más con el tema. Además, pienso que otra mejora esencial es la de adecentar la carretera. No me refiero a asfaltar, pero creo que debe hacerse una buena revisión a la carretera para que el acceso sea más cómodo.
¿Por qué ir a El Confital en vez de a Las Canteras?
Pues porque nací ahí y desde pequeño siempre he venido a esta playa. Es muy cómodo porque me queda muy cerca. Me encanta El Confital para sentarme en alguna roca con la caña y ponerme a pescar. Cuando era pequeño iba mucho para ir a jugar a la pelota en las salinas con mis amigos. Cuando no estábamos dándole al balón, cogíamos tablas de madera para meternos en el agua para intentar surfear.
¿Cuál es la mejor época y la mejor hora para ir?
Sin duda, la mejor época para ir a El Confital es entre los meses de septiembre y noviembre. Durante esta época hay mejores olas para surfear, menos gente en el agua y, en general, más tranquilidad para estar a mi aire en la playa. Me encanta ir por las tardes a El Confital para sentarme en una roca y contemplar desde ella el atardecer. En esta playa hay una paz que es imposible de encontrar en Las Canteras.
¿Echa de menos algo de la playa?
Echo de menos el civismo de la gente. Antes, cuando había menos control y estaban las chabolas en la playa, no había trabas. Si un grupo hacía un asadero o lo que fuera con sus amigos, todo acababa recogido al final del día. La gente que vivía en las chabolas tenía la playa muy bien cuidada. Es justamente ahora, con todo el control, que hay problemas de limpieza. La gente que viene en la actualidad no se preocupa de recoger lo que ensucia. Me da mucha pena que se hayan perdido las buenas costumbres.
