"Estoy convencido de que cuando llegue un gobierno nuevo a Madrid, y además estoy seguro de que será un gobierno de izquierdas, tendremos una agenda distinta de la que hablar; ahora sería absurdo entrar a negociar con un gobierno que está finiquitando su legislatura. Con lo cual, la disposición es de difícil valoración", declaró ayer Augusto Hidalgo, alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, acerca de la pretensión de traslado de la Base Naval.
Según Hidalgo, se trata de una reivindicación histórica de la ciudad, de una situación que se produjo de forma eventual durante la Segunda Guerra Mundial, "y yo estoy convencido de que, a partir de noviembre, o diciembre como muy tarde, podremos sentarnos de forma tranquila y sosegada, con un nuevo gobierno en Madrid con el que podremos establecer agendas respecto a esta cuestión".
Eso sí, el alcalde quiso dejar claro que, en estos momentos, "lo que nos ocupa son otros eventos que son prioritarios y que tienen que ver con lo que peor lo está pasando esta ciudad; por tanto, aunque está en agenda, no es una prioridad máxima para este gobierno".
"Esta reivindicación histórica", prosiguió, "ha sido para ganarla los ciudadanos; estamos hablando de la prolongación de Mesa y López, de un espacio que ocupa la bahía de La Luz... estamos hablando de un espacio privilegiado, y por lo tanto siempre ha sido una reivindicación. Igual que todos los emplazamientos militares que ha habido en Las Palmas de Gran Canaria, que muchos los ha ido ganando la ciudad sin ningún tipo de problema: recuerden Las Rehoyas, la zona de Barranco Seco... se fueron ganando sin hacer ningún tipo de aspavientos y sin generar mayores controversias", recordó.
El regidor apuntó que "veremos si otros espacios militares" que siguen existiendo en la ciudad "los van ganando parte de la ciudadanía", en el sentido de que "ya no tienen explicación desde el punto de vista logístico y militar". Tal y como comentó Hidalgo, "esto se hace en connivencia con la administración central, y yo espero que este gobierno pueda hacerlo en un futuro inmediato con tranquilidad".
En cualquier caso, el máximo mandatario en el municipio insistió especialmente en el hecho de que las prioridades actualmente son otras distintas de la Base Naval. En concreto se refirió a "la gente que lo está pasando mal, la gente que está en desempleo... Creo que esa debe ser nuestra prioridad ahora mismo, al margen de que este no sea un debate que tengamos que obviar".
El alcalde realizó estas declaraciones ayer en San Lorenzo, antes de dar comienzo la eucaristía previa a la tradicional procesión de las imágenes por las calles del entorno de la parroquia del pueblo.
El pasado martes, el concejal de Ciudad de Mar, José Eduardo Ramírez, informó de que el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria solicitará al Ministerio de Defensa, tras las elecciones generales de noviembre, el traslado de la Base Naval de la ciudad para recuperar los terrenos que ocupa. El concejal explicó que la base se encuentra en un "espacio privilegiado" de la ciudad, donde "ya no cumple con sus funciones militares y estratégicas", si bien ha dicho que aún no se han puesto en contacto con el Estado para abordar esta cuestión, pero que lo harán tras los comicios porque puede "haber un cambio de Gobierno".
Ramírez señaló que en anteriores mandatos, el Gobierno central manifestó que se marcharían si el Consistorio les buscaba un nuevo emplazamiento y financiaba el traslado. Según el edil, el Ayuntamiento "no es quien para decidir" la ubicación de la Base Naval, ya que ellos no tienen "conocimientos estratégicos y militares".
En cuanto a la financiación, el munícipe subrayó que deberían llegar a un pacto porque, a su juicio, no tiene "ningún sentido" que sea la ciudad quien lo sufrague.
