El Cabildo de Gran Canaria comenzó ayer los trabajos de saneamiento de la ladera en el entorno del conjunto arqueológico de las Cuevas de Los Canarios, en El Confital, tras el derrumbe que se produjo el pasado 21 de julio. Las actuaciones, que lleva a cabo la empresa Geobrugg, especializada en trabajos verticales, permitirán eliminar aquellas piedras de pequeño y mediano tamaño que sobresalen en la cornisa. El alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Augusto Hidalgo, y el consejero de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo, Carlos Ruiz, explicaron que "estamos hablando de un espacio protegido y un Bien de Interés Cultural como son las Cuevas de Los Canarios, y por tanto no se podían hacer las actuaciones de forma inmediata, pero sí con la celeridad que requería la situación de seguridad. La empresa va a intentar que aquellas piedras o elementos que están inseguros en la ladera de El Confital desaparezcan, ya sea intentando tirarlos o asegurando que no se vayan a caer".
Esto supondrá que, durante tres días -ayer, hoy y mañana-, la playa de El Confital permanecerá cerrada al público, tal y como explicó Hidalgo. "Vamos a impedir el paso a los viandantes, no va a ser como en los últimos días en que se habían perimetrado unos 20.000 metros cuadrados y se le pedía a la gente que tuviera la cordura de no saltarse la valla; ahora directamente vamos a impedir el paso", señaló.
El motivo, apuntó el regidor, es que la actuación que va a acometer el Cabildo "tiene un elemento de peligrosidad importante", puesto que se pueden precipitar piedras de distinto tamaño por la ladera, y por tanto "es imposible garantizar la seguridad si continúan pasando personas".
Hidalgo pidió paciencia a los usuarios de la playa hasta que el saneamiento de la ladera esté completado y se pueda acceder de nuevo a El Confital: "Sé que estamos en agosto, que el tiempo acompaña y que la gente quiere visitar la playa, pero para poder disfrutar de ella con garantías necesitamos hacer estos trabajos", argumentó.
Esta sería en realidad una primera fase de las actuaciones, pues Ayuntamiento capitalino y Cabildo grancanario estudian otra, que busca prevenir desprendimientos en el futuro. "Se está valorando, y estamos mirando con la consejería la posibilidad de establecer una barrera dinámica articulada, justo por debajo de las Cuevas de Los Canarios, que impediría que hubiera más desprendimientos". Según Hidalgo, sería la garantía definitiva para la playa; "además, ya se ha calculado un coste aproximado de 60.000 euros y, dependiendo de cómo establezcamos los plazos, podría finalizarse antes de un mes", destacó. Este sistema sería similar al establecido en la carretera de La Aldea, con una malla para prevenir los desprendimientos.
Los trabajos que se iniciaron ayer se efectuarán en horario de siete de la mañana a siete de la tarde, y a partir del jueves volverá a dejarse el perímetro acotado de 20.000 metros cuadrados. "Aunque habrá presencia policial, pedimos a los vecinos que hasta que no encontremos la solución definitiva se mantengan al margen de dicha zona y no rebasen la valla", recalcó Hidalgo.
Por su parte, Carlos Ruiz quiso subrayar que, desde que ocurrió el derrumbe, "hemos tenido arqueólogos a pie del yacimiento evaluando cómo le había afectado y hemos tomado la decisión de la manera más rápida posible". Antes de comenzar los trabajos, la Policía Local desalojó a dos ocupas que se encontraban en las cuevas.
