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Cierre del Muelle Deportivo en fin de semana

Los empresarios culpan de las peleas a los jóvenes que practican el botellón

Los comerciantes recalcan que la zona, durante el día y la noche, es de las más seguras de la ciudad

Javier Roldán, José Juan Sánchez, Carlos Nobauer y John Vriethoff, ayer en uno de los pantalanes del Muelle Deportivo. SABRINA CEBALLOS

Los empresarios del Muelle Deportivo de la capital grancanaria culparon ayer a los jóvenes que realizan botellón en el parque Romano de la inseguridad que, según la Autoridad Portuaria, se ha acrecentado durante los últimos meses en el entorno del centro comercial situado en la dársena. Por ello, el Puerto ha decidido cerrar las entradas al recinto a partir del 1 de septiembre durante las madrugadas de los sábados, domingo y festivo y reducir el acceso a aquellas personas que cuenten con autorización. A pesar de estos hechos, los comerciantes recalcaron que esta zona es "una de las más seguras de la ciudad".

Los problemas en este espacio portuario comienzan ya avanzada la noche, cuando cientos de jóvenes de entre 18 y 20 años abandonan el parque Romano, donde practican el botellón, para entrar en la terraza Sotavento Club, situada en el interior del citado dique y que permanece abierta hasta las cinco de la madrugada, según los empresarios. "Hay 50 ó 60 que son los que se meten en problemas", apuntó John Vriethoff, propietario de los restaurantes Embarcadero y Pantalán. Sin embargo, en su opinión, lo que se produce "no es una inseguridad" que no se vea en otras zonas de fiesta de la capital grancanaria, por lo que consideró desmesurada la instrucción remitida por el director del Puerto, Salvador Capella, en la que se precisa que se han detectado durante los últimos meses "diversos incidentes de hurtos, sustracciones, tráfico de drogas, consumo de estupefacientes, así como violencia y agresiones entre personas".

Para Javier Roldán, dueño del establecimiento Pier 19, el germen de esta situación se encuentra fuera de los límites portuarios. "Es ya un problema de la ciudad, porque los chicos donde beben es en el parque, ya fuera del espacio de la Autoridad Portuaria", afirmó. "La Policía [Nacional] está enfrente y no hace nada", se quejó Vriethoff, que coincidió en señalar que para evitar los incidentes es necesario controlar el citado terreno público municipal utilizado por un amplio grupo de jóvenes durante los fines de semana para el consumo de bebidas alcohólicas.

Los empresarios indicaron que los incidentes que, según la Policía Portuaria y la Guardia Civil, se producen durante las madrugadas, no son el único inconveniente que se acrecienta con la llegada de los clientes que acuden a la terraza. Recalcaron que por las mañanas las vías cercanas al centro comercial aparecen llenas de basura. "Esto conlleva un sobrecoste para la Autoridad Portuaria porque supone más trabajo para las cuadrillas de limpieza", señaló José Juan Sánchez, presidente de la Asociación de Empresarios LPA Marina.

Con este panorama, ven con buenos ojos la decisión del Puerto de limitar los accesos durante fines de semana y festivos después de la medianoche a determinados usuarios. "La medida es razonable, que controlen la entrada nos parece perfecto", dijo Vriethoff, quién, en cambio, propuso posponer el horario de clausura del acceso rodado y peatonal a la dársena de la medianoche hasta las dos de la madrugada para evitar problemas con los clientes de los diferentes establecimiento hosteleros. Aunque José Juan Sánchez aclaró que aquellos ciudadanos que hayan accedido al dique antes de las doce de la noche podrán salir de las instalaciones portuarias una vez realizado el cierre del acceso situado en el túnel que salva la Avenida Marítima de la capital grancanaria.

Los propietarios de los comercios, quienes el pasado miércoles recibieron la notificación del cierre nocturno de la entrada localizada en el extremo sur de la dársena, quisieron dejar claro que, exceptuando los periodos de mayor actividad de la discoteca a altas horas de la madrugada, "tanto por el día como por la noche esta es una de las zonas más tranquila y segura de la ciudad", a la que las familias acuden para almorzar, cenar o dar un paseo, declaró Roldán.

Que esa tranquilidad predomine también en horarios intempestivos es uno de los objetivos que se marca la Autoridad Portuaria para los próximos meses, en los que el Muelle Deportivo recibirá la visita de miles de turistas que competirán en la regata ARC. Los participantes de esta prueba, que dará comienzo en noviembre, cubren el trayecto entre Gran Canaria y la isla caribeña de Santa Lucía.

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