Más de 10.000 personas acudieron en la noche del viernes a las campanadas estivales de Vegueta, según datos proporcionados por el Ayuntamiento capitalino, que los organizadores de la fiesta elevan hasta 15.000. El casco histórico de la ciudad acogió por cuarto año consecutivo, con repetido éxito, esta celebración, que traslada el habitual ritual fiestero de fin de año a mediados del mes de agosto.

La fiesta, que oficialmente terminada a la 1.30 de la mañana, cuando las barras callejeras debían dejar de servir alcohol, generó 5.160 kilos de basura, una cantidad sensiblemente menor que la de 2014, cuando se recogieron 7.000. Para limpiar se utilizaron 134.000 litros de agua de baldeo. Se registró alguna pelea aislada, pero nada grave, según informa la Policía Local.

El fin de año veraniego es una iniciativa del colectivo de empresarios de ocio del casco histórico de Vegueta, que ha sabido seducir a los que en pleno agosto permanecen en la ciudad. Las Palmas de Gran Canaria no es la primera urbe española que acoge esta celebración, que arrancó en 2012, pero sí una de las que mejor acogida popular ha cosechado.