Los jóvenes critican el anuncio de la Autoridad Portuaria de cerrar el Muelle Deportivo durante las noches de los fines de semana y festivos a partir del 1 de septiembre debido a las numerosas incidencias -agresiones, peleas, robos o tráfico de drogas, entre otras- que vienen registrando las fuerzas de seguridad, en especial, en los últimos meses. LA PROVINCIA / DLP consultó a algunos de los que se encontraban disfrutando el pasado sábado de una de las últimas noches de fiesta en la zona, y la tesis que defienden casi todos es que "pagan justos por pecadores". La mayoría de los empresarios que regentan negocios en el recinto aceptan la decisión, pero la medida sí afecta al Sotavento Club, una discoteca que ofrece su servicio hasta las cinco de la mañana. Muchos de los clientes que frecuentan la sala de fiesta consideran que se trata de un remedio injusto.
Como Natividad Gil, una vecina de Telde de 21 años, que el pasado sábado acudió con su grupo de amigos a este local del Muelle Deportivo. "No me parece lógico; por culpa de esto llegará el punto en que la discoteca tendrá que cerrar y lo que ocurrirá es que saldrán beneficiadas otras discotecas de la ciudad. Y esta es una de las que más afluencia tiene", expone.
Algo similar opinan la capitalina Elena Ensé y la también teldense Mireia Sosa, de 19 y 18 años, respectivamente: "Es un fastidio para nosotras. En todas las discotecas hay peleas, no entiendo por qué la cogen con esta. ¿Qué problema tenemos nosotras con que los demás no sepan beber y hagan locuras?", se preguntan.
Pasadas las doce de la noche comienzan a verse en los alrededores a varios grupos de jóvenes haciendo botellón. Casi cualquier lugar vale, desde el Parque Romano a la misma acera en el recorrido hasta la sala de fiesta. Aunque desde la Autoridad Portuaria se ha expuesto que es el propio botellón uno de los principales pilares de la problemática, algunos jóvenes asiduos de la zona no piensan lo mismo. Como Abraham Nieves, quien entiende que "lo que tendrían que hacer es filtrar mejor la entrada de la gente en la discoteca".
Según responsables de la seguridad portuaria, esta es, precisamente, la raíz de todo este asunto, pues no se culpa de los altercados al botellón en sí, sino a cierto tipo de jóvenes a los que se permite la entrada en la discoteca y que al salir provocan, "sábado sí y sábado también", incidentes en la zona: peleas, rotura de cristales y otros elementos que se encuentran en la vía pública, robos en los barcos atracados en los pantalanes, agresiones... Según estos profesionales de la seguridad, quienes además han asegurado a este periódico que también existen quejas de los propios negocios del lugar, el cierre del Muelle Deportivo se ha precipitado por la acumulación de informes que denuncian estos incidentes, elaborados no solo por miembros de la seguridad del Puerto, sino también del resto de autoridades que operan en el recinto, como la Guardia Civil.
La instrucción firmada el pasado 8 de julio por el director del Puerto, Salvador Capella, expone que, por motivos de seguridad, los accesos peatonales que se encuentran en los extremos norte y sur del dique para embarcaciones menores cerrarán sus puertas todos los días entre las doce de la noche y las siete de la mañana. Además, se cerrará a partir del 1 de septiembre la única entrada para vehículos, localizada en el túnel que pasa bajo la Avenida Marítima, los viernes, sábados, domingos, vísperas de festivos y festivos, entre la medianoche y las seis de la mañana.
Esta decisión, no obstante, no afecta a los tripulantes, usuarios y personal habitual del Muelle Deportivo, que sí podrán acceder a las instalaciones durante las horas en los que los accesos se encuentren cerrados. Para ello, la Autoridad Portuaria dispondrá, para el personal autorizado, una acreditación específica que permita pasar el control instalado en la entrada rodada del muelle.
