La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El cierre de la carretera de Tafira altera el tráfico y las guaguas a 2.800 vecinos

Las obras que transformarán la GC-111 obligan a tomar un desvío alternativo a los residentes

El cierre de la carretera de Tafira altera el tráfico y las guaguas a 2.800 vecinos

El cierre al tráfico rodado de la carretera de Tafira (GC-111), cuyas obras se iniciaron durante la mañana de ayer, afecta a unos 2.800 vecinos, residentes en la zona de Tafira Alta. El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha reordenado el tráfico para que los usuarios de la vía dispongan de una alternativa en sus desplazamientos. El cierre, que es progresivo y se ejecutará por tramos, afecta a dos kilómetros de la Carretera de Tafira, desde su inicio hasta la calle Miguel Ángel, en el cruce de calles conocido como la Cruz del Inglés.

Así, los vehículos que se vean obligados a utilizar la GC-111 en el sentido Las Palmas de Gran Canaria-Tafira, deben acceder por la carretera de Los Hoyos y circular por las calles Tornera, San Quintín, Los Lagares, Soroya, El Greco y Simón Benítez Padilla.

En el sentido contrario, los conductores tienen que desviarse de la GC-111 hacia la calle Simón Benítez Padilla y continuar por las calles Berruguete, San Quintín, Tornera y la carretera de Los Hoyos. Debido al cierre por tramos de la vía, los residentes pueden seguir circulando por una parte de la GC-111.

Como parte de esta reorganización temporal del tráfico, la calle Los Lagares cambia su sentido normal de circulación, mientras que las calles Simó, Doctor Manuel Lezcano, Zuloaga, Joaquín, San Quintí y la carretera a Marzagán, así como el tramo de la GC-111 que permanece abierto, pasan a ser de doble sentido de circulación.

Entre las personas a las que estas desviaciones influyen en su día a día se encuentra José Ojeda, que reside en una casa situada en la carretera en la que se están ejecutando los trabajos. No obstante, el propio Ojeda admite que no le afecta demasiado tener que desviarse. "No me supone mucho problema ni un suplicio, apenas pierdo tiempo", comenta.

Por su parte, Nordin Alami, que regenta el bar La Tornera, considera que "la pérdida de huecos para aparcar" con motivo de las obras afectan a su negocio y a los de la zona. "No entiendo por qué se cargan tantos aparcamientos para hacer estas obras ni por qué se han metido a cerrar todo de golpe en lugar de hacerlo por tramos. ¿Dónde va a aparcar ahora la gente que quiera parar para tomar algo en mi bar?", se pregunta Alami.

La Concejalía de Urbanismo ha habilitado tres paradas nuevas para los usuarios de la empresa de transporte Global, que sustituyen a las que permanecerán fuera de servicio debido a las obras. Dos paradas se encuentran en el tramo de la Carretera de Tafira por el que sí se permite circular, y una tercera está situada junto a la Cruz del Inglés. Las líneas de Global a las que afecta son la 58, la 302 y la 303.

Waldo Suárez, un boliviano residente en la capital y que trabaja como jardinero en la zona, a la que accede en guagua, cuenta que "ahora todos los días, entre la ida y la vuelta, con estos desvíos, empleo una hora más que antes, y tengo que caminar un kilómetro más cada día para llegar hasta donde está la nueva parada de guaguas provisional. La cosa es que hay zonas por las que la guagua no puede pasar bien y hoy [por ayer] estuvimos un buen rato parados". En cualquier caso, Suárez considera que "hay que aguantar por el bien del barrio".

Carla García, vecina de Tejeda que actualmente reside en Tafira tuvo ayer un contratiempo, pues desconocía que se cortaría la carretera y "estuve un rato esperando por la guagua en la parada habitual, pero no pasaba la guagua y fue cuando me di cuenta".

Los trabajos, que obligarán a cerrar la vía al tráfico, tienen como objetivo transformar la carretera en un vial urbano que contará con aceras, pasos de peatones, aparcamientos y un sistema de drenaje para las aguas pluviales que actualmente no posee.

Asimismo, para la consecución del proyecto será necesario modificar la actual rasante de la vía, la cual tendrá que ser demolida para rebajar y adecuar las pendientes de acceso a las viviendas y garajes del entorno. Se construirán aceras de metro y medio de ancho en los dos márgenes y se implantarán pasos de peatones en los cruces.

El proyecto de urbanización de la travesía de Tafira modificará la morfología de la vía pero mantendrá el tráfico en ambos sentidos de circulación, respetará los árboles situados junto al arcén y se ajustará al cumplimiento de la legislación vigente en materia de accesibilidad. La obra, que ha sido adjudicada a la empresa Acciona por 1,6 millones de euros, tendrá un plazo de ejecución de seis meses, desde ayer hasta el 26 de febrero de 2016.

El concejal de Urbanismo del Consistorio capitalino, Javier Doreste, que supervisó ayer el comienzo de los trabajos, explicó que este proyecto "responde a una antigua petición de los vecinos que reclamaban mejorar la vía y crear un sistema que evitara las inundaciones provocadas por el agua de lluvia".

"Las obras que hoy comienzan", prosiguió, "van a suponer la recuperación de espacio peatonal, la reducción de tráfico por el nuevo diseño de la vía y la mejora de la calidad de vida de muchos vecinos de la zona, precisamente por eso, espero que a partir de ahora todos empecemos a denominar a esta vía como calle y no como carretera de Tafira". Desde el área de Urbanismo se ha afirmado que instalarán tubos bajo la carretera para soterrar, en un futuro, los cables de electricidad que hay en las fachadas de las casas.

Compartir el artículo

stats