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Seis meses de paciencia

Los vecinos de Tafira Alta expresan sus preocupaciones ante las obras de la carretera de Tafira

En la imagen superior, dos vecinos de Tafira acceden a pie a sus casas por la vía ya levantada por las obras. En la imagen inferior, una excavadora quita el asfalto de la vía para comenzar con su remodelación.

Manolo Sánchez es uno de los cerca de 2800 vecinos a los que afecta la reforma de la carretera de Tafira, la GC-111. "La calle Simón Benítez Padilla [transitada ahora por las guaguas tras los desvíos de las líneas 301, 303, 311 y 323 de Global] no está preparada para que dos vehículos de esa envergadura la transiten a la vez", explica mientras dos guaguas hacen lo imposible por seguir su itinerario por dicha carretera con normalidad. "Ahora más o menos escapan, aunque tienen que hacer los chóferes muchas maniobras, pero cuando empiecen los colegios y demás yo creo que esto va a ser desastroso", admite.

El pasado miércoles comenzaban las obras de la GC-111 afectando a vecinos y comercios del lugar. Todos ellos tendrán que habituarse durante los próximos seis meses al nuevo plan de reordenación de tráfico del Ayuntamiento capitalino. Pese a que estos trabajos para mejorar la calzada, que van desde su inicio hasta la calle Miguel Ángel, nacieron a petición de los ciudadanos, los ajustes temporales del tráfico hasta que finalicen no han agradado a todos.

Por su parte, Antonio, que también vive en Tafira y usa frecuentemente el transporte público para llegar a su casa, reconoció que "caminar desde la Casa del Gallo, que es donde me deja ahora la guagua, hasta mi casa hace que emplee 15 minutos más por trayecto". Sin embargo, finalmente admitió que "al final es todo para mejor porque tendremos una calle envidiable".

Mónica Artiles, empleada de una farmacia situada en la misma carretera de Tafira, reconoció que "la afluencia de clientes por la tarde siempre ha sido bastante superior a la que hay desde el miércoles que empezó la obra". Esto también le ocurre a Paloma, que trabaja en una floristería pegada a la obra. "Los clientes antes podían parar enfrente de la floristería un momento, comprar, y seguir para sus casas. Ahora que tienen que dar toda la vuelta, les sale más rentable ir directos a la circunvalación", declaró.

Por otra parte, el concejal del PP Jaime Romero lamentó ayer, que "el ralentí y la deficiente rigurosidad y dirección en la gestión del gobierno pase factura a los vecinos de Tafira y a todos los ciudadanos que circulen por ese barrio".

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