No hay pruebas directas de que Antonio Aridane L. R. matase a un jubilado de Cruz de Piedra para robarle la cartera en noviembre del año pasado, pero la magistrada Victoria Rosell ha reunido "indicios suficientes" para encausarlo por los delitos de robo con violencia y lesiones en concurso con homicidio imprudente. Se trata de la misma persona que 36 días después, el 7 de diciembre de 2014, dejó en coma a otro joven tras una noche de fiesta en la calle Franchy Roca de la capital grancanaria. La juez ha dado traslado a la Fiscalía para que formule acusación por el primer crimen y solicite la apertura de juicio oral por esos delitos, los cuales están penados en su conjunto con hasta nueve años de cárcel (lo habitual es que se reclame la pena máxima por la manera en la que sucedieron los hechos).
Las dos agresiones se produjeron durante la madrugada de los festivos de Todos los Santos y de la Constitución. La juez ha logrado relacionar a Antonio Aridane L. R. con la muerte del anciano gracias al trabajo policial y a la colaboración ciudadana, pues la víctima, de 85 años, falleció el 12 de noviembre en el Hospital Doctor Negrín de Gran Canaria sin que pudiera prestar declaración. Murió por una fractura de cráneo. Nadie vio el robo ni los golpes que recibió ese 1 de noviembre. De ahí la complejidad del caso.
La pista principal la aportó un taxista al escuchar que una amiga de Aridane lo relacionaba con las dos agresiones en una conversación por WhatsApp. Esto ocurrió el 9 de diciembre, es decir, dos días después de que otra juez, María Isabel de Vega, acordase prisión provisional para el vecino de Cruz de Piedra por la agresión de Franchy Roca. "Si se entera la policía de que también hizo lo del viejo desnucado, se va a comer un marrón de cuidado", le dijo a otra amiga en una nota de voz, según relata la magistrada en el auto que ordena continuar el procedimiento por los delitos de robo y homicidio imprudente.
El Facebook
El taxista, tras terminar el servicio, relacionó los dos crímenes y acudió al Cuerpo Nacional de Policía (CNP). Logró identificar a la joven entre los amigos del Facebook de Aridane. El Grupo de Homicidios se había centrado en el joven, que es conocido en Cruz de Piedra como el Zapata chico. Se le tomó declaración como testigo el 10 de noviembre, pero "mintió" a los agentes y su círculo de amigos "le proporcionó una coartada" para situarlo lejos del escenario del crimen, según explica la juez en su resolución judicial.
La pista del taxista permitió a la juez abrir fisuras en esa coartada hasta situar al imputado en Cruz de Piedra, es decir, cerca de la calle Farmacéutico Pedro Rivero, entre las 5.00 y las 7.00 horas, que es donde el jubilado fue asaltado de manera violenta. Tanto el imputado como su grupo de amigos dijeron que estuvieron juntos en una fiesta de Haloween celebrada en Las Brujas, pero luego admitieron que Aridane abandonó antes la fiesta porque perdió la cartera y se había quedado sin dinero.
En concreto, sobre las 6.30, se encontró con un amigo en Cruz de Piedra y decidió "continuar de fiesta". Compró 100 euros de cocaína en el mismo barrio, una botella de agua y se quedó de amanecida con más amigos. Fue en ese momento cuando reveló que tenía dinero porque había "golpeado a un viejo para robarle".
Aridane ha negado los hechos que se le atribuyen, pero la juez considera que se contradice por toda esa prueba indiciaria, la cual se ve reforzada por las conversaciones de los teléfonos móviles intervenidos tras actuación del taxista. Hay amigas que responsabilizan al imputado del robo, incluso una de ellas le reprocha lo ocurrido tras fallecer el anciano en el hospital. "Como yo estaba, ni me di cuenta", respondió este cuando la chica le recriminó lo ocurrido.
La juez, por todo ello, concluye que el imputado golpeó al anciano, le robó y lo dejó malherido, hasta que un vecino lo encontró sobre las 6.50 horas y llamó al 112. Iba bebido, drogado y "enfadado" por la pérdida de la cartera.
