La oferta de los socios privados de Emalsa en la que se basó el Ayuntamiento de la capital grancanaria para adjudicar en 1993 el 66% de las acciones de la empresa mixta, ha desaparecido de las oficinas municipales. Los técnicos de la Unidad Técnica del Agua (UTA) aseguran que "se han perdido" tanto la oferta inicial de Emalsa, como la ganadora (la de Saur y Unelco, que luego vendería su parte a Sacyr-Valoriza), un documento en el que se reflejan los compromisos adquiridos por las empresas. La portavoz de Ciudadanos (C's) Beatriz Correas denunció ayer, durante la comparecencia del alcalde Augusto Hidalgo en el pleno municipal, la pérdida de los documentos, según le manifestaron por escrito los técnicos, en respuesta a su petición de los citados papeles.
Hidalgo, que anunció la puesta en marcha "inmediata" de diez actuaciones para "controlar" el servicio del agua, no realizó ningún comentario en torno a la pérdida de los documentos, ni siquiera contestó a las preguntas que, de manera reiterada, le formuló sobre el asunto Correas, quien anunció su intención de solicitar una investigación sobre los papeles desaparecidos y habló de la posibilidad de llevar el asunto a los tribunales. "No estamos hablando de unos cuantos documentos que se han podido traspapelar, sino de cajas enteras. La oferta es importante, porque si se comprueba que se ha incumplido, invalidaría el contrato y la remunicipalización sería una realidad", sostuvo Correas, quien pidió al alcalde que se investigue también por qué "no se ha cumplido el compromiso de la parte privada para invertir 11.000 millones de las antiguas pesetas".
La edil de C's se unió a las críticas del portavoz del Partido Popular, Juan José Cardona, contra el alcalde por calificar de "farsa" el trabajo realizado por seis funcionarios municipales durante la intervención de Emalsa y pidió tanto a Hidalgo como a sus socios del tripartito "honestidad y valentía para defender los intereses de los ciudadanos, no los de la parte privada del consejo de administración de Emalsa". "Sea valiente. Estoy convencida de que usted es una buena persona. Le pido que no se manche con las irregularidades de otros", le dijo Correas a Hidalgo.
Delirante
Cardona, por su parte, calificó de "absolutamente delirante" la alocución de Hidalgo y le echó en cara el haber desoído las irregularidades denunciadas por seis funcionarios municipales en los informes de la intervención que denuncia, entre otras cuestiones, que "la relación contractual con Emalsa no defiende el interés general". "La intervención", resaltó, "ha acreditado también que no se garantiza la prestación del servicio y un deficiente cumplimiento de la concesión y los contratos. No tomar decisiones sobre sobre eso supone incurrir en importantes responsabilidades y no sólo políticas". La portavoz de Unidos por Gran Canaria, Ángeles Batista, pidió la comparecencia del exinterventor, Rafael Bolívar, recordó que su partido nunca estuvo de acuerdo con la forma en que se produjo la intervención y preguntó a Hidalgo cómo va pagar la deuda de 15 millones por el contrato de saneamiento si Emalsa no ha justificado las facturas. El alcalde, por su parte, aclaró que no se refería al trabajo del interventor al hablar de "show" y "farsa", sino a la utilización por parte de Cardona del proceso para "huir hacia adelante y no hacer nada". "Desde el primer informe que hicieron los expertos en 2013", donde se advertía de múltiples irregularidades, "pudo haber actuado y no tomó ninguna medida; ese informe habría sido suficiente. En lugar de eso, y desbordado por los acontecimientos, puso en marcha una intervención que en realidad no era tal y que no fue más que una huida hacia adelante porque en realidad no tenía intención de hacer nada. A eso es a lo que me refiero cuando hablo de farsa". "Ocultó a la ciudadanía", le recriminó, "el tercer informe del interventor de enero de 2015. Lo escondió en un cajón y no lo llevó a la junta de gobierno. Hizo lo mismo con el cuarto informe. En todo ese tiempo que pasó desde el denominado informe de expertos no abrió ningún expediente informativo. Parálisis y caos, eso es lo que hubo durante su mandato en el que provocó un agujero de 15 millones por no pagar el saneamiento".
El edil de Las Palmas Puede, Javier Doreste, calificó de "operación de tinta de calamar" la intervención de Emalsa, porque se envió al señor Bolívar a cazar "una ballena blanca con un alfiler. Desde el primer informe de los expertos marcan una hoja de ruta para recuperar el control público de la empresa".
