El presidente de Satocan, Juan Miguel Sanjuán ha cesado como miembro del consejo de administración de Emalsa, en representación de Valoriza Gestión, filial de Sacyr, que gestiona el 66% de las acciones de la compañía mixta, junto a la francesa Saur. Sanjuán será sustituido por Jesús Blanco, antiguo director general de Emalsa, que estuvo al frente de la compañía entre 2009 y 2010, cuando estalló el escándalo por el exceso de boro en el agua de abasto.
Blanco fue destituido por Sacyr en julio del pasado año como gerente de Emmasa, la empresa santacrucera que gestiona el agua de abasto. Sacyr Vallehermoso es la socia mayoritaria de la compañía santacrucera y optó por cesar a Blanco, tras el acuerdo del Ayuntamiento santacrucero de intervenir Emmasa (Empresa Mixta de Aguas).
Blanco, que está imputado junto a otros 15 ejecutivos de Emalsa por un presunto delito societario, vuelve al consejo de administración de Emalsa, tras ser destituido en marzo del año pasado. El acuerdo de cese de Juan Miguel Sanjuán y su sustitución por Jesús Blanco fue acordado por Valoriza Gestión, según figura en el Boletín Oficial del Registro Mercantil del pasado 21 de septiembre.
Juan Miguel Sanjuán aseguró a este periódico que cesa en el consejo de administración a petición propia, tras ocupar el cargo de consejero durante más de diez años en representación de Valoriza. Sanjuán también abandonó antes del verano su cargo de consejero en Emmasa y ahora se está planteando la posibilidad de hacer lo mismo en Sacyr y en Satocan, porque está pensando en jubilarse.
Sanjuán está también imputado en la causa penal abierta a Emalsa por un presunto delito societario. Su empresa Satocan es propietaria de la sede de Emalsa, por la que la compañía paga 25.000 euros al mes de alquiler, tras aceptar la arrendataria reducir su cuantía, que ascendía a 75.000 euros mensuales, para zanjar el pleito con Emalsa, que presentó una demanda en 2014 por el desorbitado precio. El alquiler, cuyo contrato fue firmado en 2008, llegó a alcanzar los 90.000 euros mensuales, hasta que se rebajó a 75.000 a instancias del entonces alcalde Jerónimo Saavedra.
