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La Policía Local precinta el Sotavento

Los técnicos evalúan mañana el informe de corrección de fallos de seguridad que presentaron los administradores del centro comercial a última hora del viernes

Practicando zumba en el Sotavento, al mediodía de ayer

Agentes del Grupo de Espectáculos de la Policía Local precintaron el centro comercial Sotavento del Muelle Deportivo al filo de la medianoche. Aunque el plazo de cierre voluntario dado por el Ayuntamiento expiró al mediodía de ayer, el concejal de Urbanismo, Javier Doreste, llegó a un acuerdo con los responsables de los restaurantes y les permitió seguir abiertos hasta las 23.30 horas de la noche para paliar en parte las pérdidas económicas por la clausura. A eso de las nueve de la noche llegaron dos agentes, que entregaron la orden de precinto. Sobre las 23.30 horas volvieron para comprobar que el centro había echado el cierre. A esa hora salieron los pocos clientes que quedaban en los locales.

Los empresarios confiaron hasta el último momento en que el Ayuntamiento daría marcha atrás, pero el Ayuntamiento cerró el centro y así permanecerá, en el mejor de los casos, hasta que el lunes los técnicos municipales evaluen el informe sobre la corrección de fallos de seguridad que el centro de ocio presentó el viernes a última hora.

Algunos clientes de los restaurantes expresaron su indignación por el cierre, como Jesús, que se quejó del "escaso margen de tiempo" dado por el Ayuntamiento al centro de ocio para corregir las anomalías. "Dígale al alcalde que cuando se gobierna hay que tener mano izquierda y mano derecha. Hay que darle un tiempo a la gente para que corrija los errores", afirmó Jesús, que consideró que detrás de la clausura hay "motivaciones políticas".

Con mejor humor se lo tomaron Pilar y las 28 amigas, todas de blanco, que la acompañaban en la celebración de su despedida de soltera. Los dueños del restaurante la avisaron de que a las 23.30 tendrían que irse. "No importa. Nos cogemos media chispa aquí y luego nos vamos al Tao y allí nos la cogemos entera", exclamaba Pilar, muerta de risa. Los dueños de los locales tuvieron que cancelar ayer el 70% de las reservas, cuando se convencieron de que no habría marcha atrás.

Los responsables del centro se negaron a cerrar el centro de manera voluntaria y esperaron la llegada de la orden policial, argumentando que el complejo cumple las condiciones de seguridad. Sobre las dos de la tarde aumentó la afluencia de gente y el centro continuó con su actividad normal, aunque eso sí, con menos gente, debido a las noticias sobre la orden de cierre aparecidas en los medios de comunicación. Otro empresario se quejaba de que el pasado viernes acudió menos de la mitad de las más de 2.000 personas que llenan los fines de semana los restaurantes y terrazas. Por la mañana, mantenían aún la esperanza de que el Ayuntamiento diera por bueno el informe que entregaron los administradores del complejo en el Ayuntamiento el pasado viernes y rectificara la orden de cierre. Mientras avanzaba la tarde, comenzó a tomar fuerza el rumor de que ningún responsable político había cursado la orden a la Policía para que actuara. "El centro", aseguraba un empresario que prefirió permanecer en el anonimato, "presentó el viernes un informe en el Ayuntamiento en el que se justifican y explican las mejoras de las medidas de seguridad que hemos realizado. Confiamos en que tengan en cuenta ese escrito y no nos precinten". Añadió que se había retirado el gran macetero que obstaculizaba la evacuación por una salida de emergencia y que se hizo lo mismo con las mesas y sillas que taponaban otra vía de escape.

"Tenemos un equipo de seguridad. Hemos instalado las señales y, además, hemos amarrado con cadenas esta puerta de la entrada para que no se pueda cerrar", explicaba mientras señalaba al portón de hierro e informaba de que se están terminando unas obras de reforma para "mejorar la accesibilidad y la seguridad" . El primer teniente de alcalde y concejal de Urbanismo, Javier Doreste, aclaró que el informe del centro se presentó el viernes en el Ayuntamiento, pero "fuera del horario" de oficina y, a esa hora, ya se habían ido los técnicos de Urbanismo que tenían que "analizar" el documento para decidir si revocaban o no la orden de cierre. "El cierre no tiene marcha atrás", insistía sobre las dos de la tarde de ayer Doreste. "Los empresarios fueron informados por mí el pasado lunes de lo que iba a pasar. Tuvieron tres días para entregar el informe y lo han hecho el viernes a las 15.30 horas. El próximo lunes, los técnicos mirarán el informe y decidirán". Frente a las críticas de los empresarios, que han pedido al juez que suspenda una orden de cierre que califican de "injustificada" y "desproporcionada", Doreste recalcó que su obligación es velar por la seguridad de los usuarios y trabajadores del centro comercial y obedecer las recomendaciones que hicieron los técnicos en un informe demoledor, en el que se advertía que la seguridad de los usuarios no estaba garantizada.

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