El alcalde de la capital grancanaria, el socialista Augusto Hidalgo, anunció ayer una revisión de tarifas para adecuarlas a los costes del servicio, después de que los socios privados de la compañía mixta, Saur y Valoriza, aceptaran quitar a su filial Sercanarias, a petición del Gobierno tripartito, el contrato millonario de mantenimiento de la red de saneamiento, que le adjudicaron a dedo en 2008. Hidalgo aseguró desconocer si subirá el precio del agua, pero el informe encargado por Emalsa a la auditora KPMG, que fue presentado ayer en el consejo de administración y que ha sido muy criticado por el que fuera interventor Rafael Bolívar, plantea de manera reiterada la necesidad de revisar las tarifas de los servicios de abasto y depuración y además propone la creación de una nueva tasa para financiar los trabajos en la red de saneamiento. En caso de que no se cree esa tasa, recomienda que lo pague directamente el Ayuntamiento.
La auditoría, que también reconoce múltiples problemas e incumplimientos en la gestión de los diferentes servicios, defiende que la compañía -que ha facturado sin control alguno 1.000 millones de euros en los últimos 22 años-, tenga un "beneficio razonable" que "pueda permitir la distribución de dividendos para los accionistas".
"No sabemos si van a subir o bajar las tarifas", se limitó a decir el alcalde. "Nuestra preocupación es que aquellos que lo están pasando mal no tengan que sufrir por el coste del agua", y ese es el objetivo de la tarifa social que se pondrá en marcha el próximo año. "Tenemos que reordenar toda la estructura tarifaria para que no haya ninguna duda en el futuro de que lo que se cobra al ciudadano corresponde con los costes de la empresa y el ciudadano tenga claro que lo que paga es lo que cuesta el agua en la ciudad. Espero que eso quede meridianamente claro", sostuvo el regidor, quien aclaró que "el sistema tarifario discrepa muy poco de lo que se está haciendo hasta ahora, aunque hay elementos que están fuera de la tarifa, como el saneamiento, a pesar de que la normativa europea así lo exige".
Los socios privados han aceptado convocar, por primera vez, un concurso público para subcontratar el servicio de mantenimiento del alcantarillado, concurso al que no se presentará Sercanarias. El contrato roza los cinco millones anuales y el consejo de administración tendrá que denunciarlo antes del 31 de diciembre porque de lo contrario se prorrogaría automáticamente por un año más.
Hidalgo mostró su disconformidad con el procedimiento utilizado por los socios privados para adjudicar a dedo y a espaldas del Ayuntamiento el servicio de saneamiento. "A pesar de que somos minoría en el consejo, la parte privada ha aceptado sacar a concurso público el saneamiento y que además Sercanarias no se presente. Haremos un esfuerzo para que el concurso se celebre con las máximas garantías", aseguró el regidor. Según Hidalgo, la rescisión del contrato refleja que "estamos poniendo las piezas para poder tomar el control efectivo del ciclo integral del agua". Resaltó que la decisión adoptada en los tres meses que lleva el tripartito contrasta con lo ocurrido durante el mandato de Juan José Cardona que, "con la excusa de que eran minoría en el consejo de administración no tomaron ninguna medida. Me hubiera gustado que hubieran tenido el mínimo de cintura para resolver algunos de los problemas y no lo han hecho".
