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La batalla de Amelia con las inundaciones

Una vecina del risco de San Nicolás sufre humedades por fugas de agua ajenas a su casa

La batalla de Amelia con las inundaciones

Amelia Bermudo y su hija, Guayarmina Guerra, viven en la calle Gregorio Gutiérrez, en el risco de San Nicolás, y desde mayo de 2011 su casa sufre inundaciones que provienen de la calle Plataforma Segunda, "justo cuando renovaron el pavimento de la calle e instalaron las nuevas tuberías", comenta.

La remodelación de la calle en 2011, que tendría que haber supuesto una mejora para la vida de Bermudo y su hija, supuso el calvario de la mujer contra los organismos públicos. Las humedades de su casa fueron creciendo a la vez que le "daban largas" desde el Ayuntamiento y Emalsa.

Al principio, Bermudo consultó con su aseguradora si se hacía cargo de los desperfectos creados por las humedades. Al tratarse de una avería fuera de su vivienda, la aseguradora no se hizo cargo de los daños. Desde Emalsa le aseguran que está todo en regla y que las humedades no son causa de ningún desperfecto en su sistema de cañerías. Como no sabía exactamente de dónde provenía el agua, Bermudo encargó a un perito que examinara las cañerías que discurren por la calle Plataforma Segunda, que pasa por detrás de la casa.

En el informe, el perito constata las humedades en las cuevas de la primera planta, la escalera, techos y paramentos de las paredes de la primera planta de su vivienda. Además, el perito suscribe que tiene constancia, por intervenciones anteriores, de que se han generado múltiples averías en las conducciones de la calle Plataforma Segunda. Pero que Emalsa las solventó, sin hacerse cargo de los daños generados en la vivienda. Aun así, constató que actualmente no cae agua en forma de cascada por la calle como en anteriores ocasiones, pero persiste goteo de cadencia mínima que continúa creando humedades en la vivienda.

Desde Emalsa aseguran que el problema está solucionado, que han enviado a sus técnicos y que las fugas están arregladas. Bermudo sigue insistiendo para que le paguen los desperfectos que el agua ha creado en su casa. "Estoy al corriente con todo, luz y agua, y no me hacen caso", dice Bermudo, quien se ha pasado los últimos cinco años pagándose las reparaciones de su casa. "Las humedades me están comiendo la casa, he tenido que mover el dormitorio de un piso a otro por los olores y los mosquitos", explica. Además, tiene tres aparatos deshumificadores en marcha todo el día y cambia las toallas que recogen el agua que se filtra por el suelo. Ya ha sufrido accidentes. "El piso se levanta o se humedece y me he caído un par de veces", confiesa Bermudo, quien espera contratar a un abogado para que Emalsa cubra los daños que las fugas han causado en su vivienda los pasado cinco años. "De momento no puedo arreglar nada", comenta, "porque las humedades siguen y se volvería a estropear".

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