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La guerra del eucalipto en Tafira Alta

La mayoría de los vecinos del barrio capitalino apuestan por la retirada de 32 de estos árboles que afectan a la seguridad

La guerra del eucalipto en Tafira Alta

Los vecinos de Tafira Alta se muestran a favor de la retirada de 32 eucaliptos, por afectar a la seguridad, situados en la carretera GC-111, actualmente en obras. Así lo aseguran el presidente de la Asociación Plataforma de Tafira Alta, Álvaro Navarro, y el de la Asociación Lagares de Tafira Alta, Francisco Rodríguez, quienes garantizan que en las dos últimas asambleas celebradas con la presencia de miembros del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y a las que asistieron vecinos de la zona, ninguno se manifestó en contra de esta medida que solucionaría los problemas que generan los árboles, cuyas débiles ramas caen en la carretera cada cierto tiempo y la obstaculizan y causan daños materiales. No obstante, la Asociación para la defensa del árbol y del paisaje de Gran Canaria (Adapa) y algunos residentes de la que será la calle de Tafira -cuando finalicen los trabajos- están en desacuerdo.

Es por esto que el concejal de Urbanismo del Consistorio capitalino, Javier Doreste, propone que se opte por una recogida de firmas para que quede constancia de la visión de todos los vecinos acerca de esta polémica. El edil, que comenta que "este año no hay dinero para arrancar los eucaliptos", sostiene que el Cabildo ha detectado algunos que están enfermos, y "esos sí se retirarán".

En cualquier caso, Doreste explica que, una vez finalizada la obra, se podrá estudiar qué se hace con el resto de estos árboles. "Cuando acaben los trabajos, encargaremos un informe de movilidad y se valorará si se arrancan todos o no", apunta el concejal, que igualmente aclara que esto debe hacerse cuando se finiquite la actuación "porque no podemos parar la obra; habría problemas con la empresa concesionaria y con el Cabildo".

Pero tanto Álvaro Navarro como Francisco Rodríguez, que apuestan por la sustitución de los eucaliptos por otros árboles más adecuados para el suelo urbano, entienden que se debe "aprovechar la obra para quitar los árboles". Tal y como destacan ambos, en el proyecto de esta actuación figura la creación de dos aceras, una de ellas más amplia que la otra para poder mantener los eucaliptos. "Lo lógico es que los quiten ahora mientras está la obra, porque no supone mucho coste y además para que nos dejen dos aceras iguales y que adecúen los alcorques y el sistema de riego a los nuevos árboles", señala Rodríguez, quien opina que "si no se hace ahora y sí se hace cuando ya esté la obra finalizada, habrá que modificar de nuevo las aceras; eso es despilfarro del dinero público".

Navarro, por su parte, reconoce que le preocupa el aplazamiento de la retirada de los eucaliptos porque "al final a lo mejor no se hace, y si se hace el año que viene, nos quedaremos con aceras distintas". El presidente de la asociación también hace especial hincapié en que "queremos mantener el verde en nuestra zona; que planten incluso más de 32 árboles si se puede, pero que sean árboles que no ocasionen estos problemas". "Y de estos eucaliptos que se retiren de aquí, los que estén sanos y se puedan aprovechar, se pueden trasladar a otro sitio donde no creen problemas", añade el presidente de la asociación de vecinos.

Por su parte, el presidente de la Adapa, Rafael Molina, argumenta que "si se puede salvar un árbol, que se salve, que no se tale por talar; queremos intentar que cada árbol tenga su propio juicio". "Hay que respetar a los árboles, pero tampoco somos fundamentalistas", agrega Molina, que considera que "tampoco hay que dramatizar; hay tiempo para buscar una solución, a la obra aún le quedan unos cuatro o cinco meses más".

Manuel Lezcano, vecino de 89 años de edad que siempre ha vivido en la calle donde se encuentran los eucaliptos, también se muestra en contra de su tala. "Si cuando yo nací los eucaliptos ya estaban aquí y bastante mayores, hay que respetarlos. Como a cualquier planta, porque tienen muchísimos beneficios", estima.

La última caída de una rama de uno de estos árboles tuvo lugar el pasado 8 de octubre. Una gran rama de eucalipto obstruyó una carretera por encima de la zona conocida como Cruz del Inglés. Se trata de una situación que, según Álvaro Navarro, se repite "cada tres o cuatro meses" desde hace unos tres años.

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