Ver la final de murgas del Carnaval 2016 de Las Palmas de Gran Canaria costará cinco euros, así lo anunció ayer la concejal de Carnaval, Inmaculada Medina, que tras "meses de debate", alcanzó un acuerdo con la Federación Insular de Grupos del Carnaval (Figruc). La medida ha sido bien acogida por los diferentes grupos del Carnaval. La edil declaró que con la iniciativa se "pretende igualar este espectáculo" al de las galas de elección de la reina, la predrag y la drag, así como para "garantizar" la seguridad en el recinto, ya que las murgas atraen a "mucho público". Los carnavaleros, tanto murgueros, como diseñadores y personajes de la fiesta aplauden que el espectáculo ya no sea gratuito, porque significa más reconocimiento para los concursantes.
Según la concejal, "nadie se ha atrevido a tomar esta decisión", y reconoció que no ha sido "fácil", pero que cuenta con el apoyo de "la amplia mayoría". Así, la nueva final de murgas, que contará con ocho finalistas, tendrá localidades numeradas para garantizar la seguridad de los asistentes.
Las fases previas seguirán siendo de acceso gratuito, pero según Medina "hay que garantizar las condiciones de los participantes". El Ayuntamiento espera obtener unos 17.000 euros por la venta de entradas, que revertirán para mejorar la atención a los grupos de murgas el día del concurso, tras meses de "sacrificio y trabajo". La edil ha recordado que hay gente que espera desde por la mañana para coger sitio, "y reservan hasta 30 localidades".
Problemas que con la nueva medida se solucionan. Así lo cree también el entorno del Carnaval. Javier Santana, director de la Afilarmónica Los Serenquenquenes, cree que se "enriquece el espectáculo", y recuerda que en Tenerife "se paga tanto en las fases como en la final y se agotan las entradas". También opina en la misma línea el diseñador Fernando Méndez , que no ve "mala la medida" y critica la poca "cultura de pago que hay", ya que recuerda que se llevan "años pagando por otras galas". Méndez cree que las murgas están al nivel de cualquier otro evento de las fiestas, y que "hay que pagarlas" por el "bien del círculo del Carnaval". El diseñador se mostró "ilusionado" con el futuro de las fiestas, si bien también cree que por el cambio de gobierno "este año será un Carnaval de transición".
El diseñador del escenario del Carnaval, Alberto Trujillo, también se ha mostrado a favor de la nueva medida adoptada por el Ayuntamiento. "Así se podrá mejorar el orden de los asistentes en el parque Santa Catalina", declaró Trujillo. Pese al ingreso económico, aseguró que el escenario del Carnaval ya está diseñado y eso no va a variar. "La medida no es para recaudar, sino para repercutir en la mejora de las fiestas", señaló Trujillo.
Enrique Legaza, El Escocés, explicó que así también "las murgas se pueden llevar premios metálicos, no solo honoríficos", así como "otros gastos que puedan surgir". El presidente de la Figruc, José María González, considera que la iniciativa no tiene por qué disuadir al público de asistir a las murgas, ya que permitirá que se organice un espectáculo con "mayor calidad".
Tito Rosales, de la Afilarmónica Los Chancletas, cree que es "poco oportuno por la época de crisis", pero entiende que la medida es "necesaria" para que la gente que acuda a la final de murgas pueda hacerlo "de manera organizada". Además, los representantes de los grupos que no accedan a la final tendrán una localidad reservada para poder ver a sus competidores. "La medida se tomó de manera consensuada", replica Rosales, y asegura que hubo partes que no estaban de acuerdo, pero que la "amplia mayoría" votó a favor de que se cobrase por acudir la final, "como se hace con las chirigotas o las murgas de Tenerife".
La final del concurso de murgas ha sido gratuita en los últimos veinte años. Ya en 2011 el Ayuntamiento, gobernado por el PP, planteó la posibilidad de cobrar hasta 10 euros por ver las murgas, idea que la Figruc rechazó. La intención es poner en valor el concurso y dignificar el trabajo, esfuerzo y dedicación que los componentes de las murgas dedican a su grupo.
