El Puerto trata de reactivar el sector pesquero. A las capturas permitidas por el gobierno marroquí, que deja descargar hasta 25.000 toneladas de pesca pelágica fuera de sus recintos portuarios; y a las negociaciones con el ejecutivo mauritano para que permita también desestibar parte de las capturas que se realizan sus costas, se une ahora el interés por parte de los armadores que transitan por el Pacífico por utilizar las instalaciones de La Luz para que se convierta en punto de distribución de la carga.
Bernardino Santana, consejero delegado de la empresa de logística y estiba La Luz Market, es uno de los encargados de intentar que el mercado allende de América ponga sus ojos en la capital grancanaria. Santana asegura que durante los últimos meses han llegado a un acuerdo con un empresa de comercialización para la carga y descarga de unas 30.000 toneladas.
Sin embargo, las primeras negociaciones con las empresa interesada en utilizar La Luz no llegaron a buen puerto debido a las restricciones de importación impuestas por el gobierno nigeriano, adonde iba dirigida parte de la carga. "Hay una limitación legal en Nigeria que obliga a que entre la fecha de captura y su puesta en consumo no debe pasar más de seis meses", explica Santana.
El acuerdo que no se pudo refrendar establecía que dos mercantes podían desembarcar hasta 7.000 toneladas cada uno en los muelles del Puerto. La desestiba y la posterior estiba de la pesca hubiese supuesto un total de 28.000 toneladas, una cifra que hubiese significado un empujón a un sector histórico en La Luz, que durante los dos últimos años ha visto cómo la facturación ha caído de forma considerable.
A pesar de que las negociaciones no fructificaron, el directivo de la empresa de estiba calificó como positivo el hecho de que tanto armadores como distribuidores se interesen en utilizar el puerto capitalino como centro logístico para la distribución de las capturas en África. Esto se debe, indicó, a que La Luz, con la reducción de los precios de los servicios, puede competir con recintos gallegos y holandeses que centralizan la operatividad de los buques que distribuyen el pescado pelágico capturado en el Océano Pacífico.
La intención de las empresas relacionadas con este sector es que los armadores transporte la mercancía hasta la capital grancanaria, donde permanecería en los frigoríficos hasta que posteriormente sea trasladada a los mercados, principalmente Angola, Brasil o Nigeria.
Por ahora, las empresas tendrán que conformarse con las capturas que se realizan en los caladeros marroquíes. El pasado 13 de octubre llegó al Muelle Grande un mercante holandés que descargó 3.000 toneladas de pesca pelágica. Durante el acto de desestiba, tanto el presidente de la Autoridad Portuaria, Luis Ibarra, como Santana y el representante de los estibadores, Miguel Rodríguez, indicaron que el objetivo era intentar atraer hasta La Luz las 25.000 toneladas que el gobierno del reino alauita permite descargar fuera de sus recintos portuarios.
Otra de las metas es firmar un convenio similar con Mauritania. Los distintos agentes han entablado conversaciones con las administraciones del país magrebí, con las que el presidente de la Confederación Canaria de Empresarios, Agustín Manrique de Lara, ya ha llegado a un acuerdo para que permita descargar hasta 70.000 toneladas de pesca pelágica en La Luz. Los agentes portuarios se encuentran a la espera de que el convenio sea ratificado por Bruselas.
