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La resaca del temporal La capital hace balance de daños

El Ayuntamiento vigila nueve muros

Los técnicos municipales inspeccionan y aseguran las paredes y laderas afectadas por las lluvias para evitar nuevos derrumbes P Tres calles de la ciudad y el acceso a El Confital continúan cortados

Algunas calles de la capital han sufrido cortes al tráfico por desprendimientos de algunas fachadas de edificios abandonados

Los técnicos municipales mantienen una estrecha vigilancia sobre nueve muros y laderas de la capital grancanaria que han sufrido derrumbes, para evitar nuevos accidentes. El incidente más grave ha estado protagonizado por la ladera situada en el Valle de Jinámar y ha ocasionado el desalojo de seis familias de la urbanización Guaydil, que todavía siguen realojadas en unos apartamentos, mientras los operarios continúan con las labores de limpieza para iniciar el mallado, trabajos que costarán 100.000 euros.

Según la concejala de Obras Públicas, Inmaculada Medina, está previsto que se inspeccionen todos los muros y especialmente los que han sufrido incidentes como el que se vino abajo el pasado viernes en el antiguo acceso de la carretera del centro, en la zona conocida como Árbol Bonito. Medina informó de que el arreglo de esta estructura requerirá una "gran inversión" que aún no ha sido cuantificada.

Otros muros bajo vigilancia están situados en la calle Gobernador Martín Acuña, en Zárate; Serventía, en Hoya Andrea; Severo Ochoa, en El Batán; Anatole France, también en El Batán y Guarela, en El Rincón, en la carretera que va al potrero de vehículos, cuya ladera se está enmallando.

También se está inspeccionando el estado del muro de contención que soporta la calle Álamo, en el Risco de San Nicolás, vía en la que se abrió un boquete la pasada semana. Un tramo de esta calle está cortado al tráfico desde hace casi un año, por temor a que ceda por el mal estado de la pared. Por otro lado, se ha acotado la zona donde se produjo el derrumbe de una ladera, en el puente de San Roque.

La capital grancanaria recupera poco a poco la normalidad, mientras decenas de empleados municipales continúan con labores de limpieza en una veintena de calles afectadas por los desprendimientos de piedras y tierra. Siguen cortadas las calles Guarela y Taidía y el Lomo El Diviso. El acceso a El Confital sigue cerrado. Los operarios trabajaron hasta la madrugada en los sótanos de la urbanización Reina Mercedes y han logrado que arranquen tres de sus cuatro ascensores. El alcalde Augusto Hidalgo explicó que la Concejalía de Aguas está haciendo un informe sobre las obras necesarias para acabar con las inundaciones en el lugar.

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