El Gobierno tripartito adjudicó el pasado mes, por 12.519 euros, los trabajos de restauración y conservación de los cuadros de Felipe II y de una de sus cuatro esposas. Las pinturas estaban en las oficinas de la ermita del Pueblo Canario, después de que fueran descolgados de la entrada principal de las Casas Consistoriales hace más de una década, cuando se rehabilitó el histórico edificio de la plaza de Santa Ana. Mientras en otros ayuntamientos de izquierdas, como los de Barcelona o Cádiz, se retiran bustos y cuadros de monarcas españoles, en la capital grancanaria, no sólo se mantienen, sino que se destina dinero a su restauración, en este caso, se trata de los óleos de Felipe II, que reinó en España en el siglo XVI, y una de sus esposas.
Fuentes municipales señalaron que los cuadros del monarca de los Austrias y una de sus mujeres -los técnicos aseguran desconocer de quien se trata-, se encuentran en pésimo estado de conservación y volverán a las Casas Consistoriales, una vez sean restaurados por la conservadora Amparo Caballero Casassa, a la que se ha encargado el trabajo.
Estas obras compartían la entrada principal de las Casas Consistoriales con el gran óleo de Los Emigrantes, de Ventura Álvarez-Sala, cedida por el Museo del Prado, y los cuadros de Carlos V e Isabel de Portugal, los padres de Felipe II, de autor anónimo. Estos últimos volvieron al Consistorio, tras pasar también por la ermita de Santa Catalina del Pueblo Canario, durante el mandato de Jerónimo Saavedra, una vez finalizada la rehabilitación del edificio dirigida por los arquitectos Magüi Blanco y José Antonio Sosa. Fue durante el mandato de Saavedra cuando las obras de Felipe II y su esposa fueron colocadas en las oficinas de la ermita del Pueblo Canario y ahí permanecieron hasta que el pasado mes se adjudicaron los trabajos. Los de Carlos V e Isabel de Portugal fueron restaurados en 2006.
Fuentes del Gobierno municipal justificaron el encargo de los trabajos porque los cuadros figuran entre las obras más antiguas de los fondos municipales, junto a unos bodegones del siglo XVIII. "Son óleos de un autor anónimo, copias de obras de Tiziano que fueron realizadas en el siglo XIX y se encuentran en muy mal estado de conservación", explicaron las fuentes, que añadieron que, por regla general, todos los años se destina una partida a la restauración del numeroso patrimonio artístico que tiene el Ayuntamiento. Al igual que los cuadros de Carlos V e Isabel de Portugal, su tamaño es de dos metros de alto por uno de ancho, aproximadamente. Las Aguadoras, de Santiago Santana y una obra de Sergio Calvo, que estuvieron en el despacho de la Alcaldía, han sido los últimos dos cuadros restaurados, poco antes de ser instalados en la fortaleza de Mata.
El patrimonio artístico del Ayuntamiento supera las 1.500 piezas, muchas de las cuales permanecen ocultas en almacenes o despachos. En las Casas Consistoriales se expone un centenar de las obras más valiosas, entre las que se encuentra la colección de cuadros filipinos, cedidos por el Museo del Padro, y seis arpilleras de Manolo Millares. Las Casas Consistoriales exponen una completa muestra del aparato monárquico español, desde Carlos I, pasando por Felipe II hasta el más joven, el actual rey de España Felipe VI, cuyo retrato se colocó a finales de 2014 y sustituyó al de su padre, en el Salón Dorado. En los pasillos de la segunda planta se puede contemplar también el retrato de la reina María Cristina y Alfonso XIII niño, de Nicolás Massieu y Falcón, o el de la reina Isabel II, de Manuel Ponce de León, entre otros monarcas.
