La Fiscalía ha pedido hoy a la Audiencia de Las Palmas que se condene por un delito continuado de agresión sexual al hombre al que acusa de haber violado a una anciana a la que cuidaba, mientras que la familia de la víctima ha cambiado su calificación por creer que solo hubo abusos.

El fiscal, que acusa también a Eduardo V.U. de un delito de lesiones y pide que se le imponga una condena de 19 años de prisión, solicita que se condene igualmente a su mujer, Yohania V.C.M., a cuatro años de cárcel por los delitos de maltrato habitual y lesiones, tras señalar que los hechos han quedado acreditados por los informes forenses y las declaraciones de los testigos.

La anciana a la que cuidaban, de 87 años, se refería a ellos como "dos monstruos que le pegaban y hacían daño", según han relatado sus hijas y testigos, ha recordado el fiscal, quien también ha referido que "todos han dicho que estaba bien hasta que fue cuidada por los procesados", quienes se hicieron cargo de ella desde febrero a junio de 2013, cuando falleció por causas ajenas al procedimiento.

Así mismo, el fiscal ha hecho hincapié en que las hijas de la anciana y los testigos han declarado que era una persona "lúcida hasta que fue cuidada por los acusados" y que, por su edad, "tenía tendencia a olvidar pero no a inventar".

Ha destacado que el relato referido por la anciana cuando fue ingresada en junio de 2013 en el Hospital Doctor Negrín coincide con las lesiones que padecía, según ha señalado la médico forense María José Meilán, quien la examinó en el centro hospitalario.

La acusación particular, sin embargo, ha cambiado su escrito inicial y ha considerado que los hechos son constitutivos de un delito de abuso sexual, por el que reclama una pena de dos años y tres meses de prisión, porque en los informes de los forenses no se refleja penetración sino intento.

Esta acusación, además del delito de maltrato habitual que imputa al matrimonio, solicita también que se le condene a tres años y medio de cárcel por haber vulnerado de manera habitual la intimidad de la anciana, al haber tomado en varias ocasiones imágenes de esta con el móvil.

La defensa ha reclamado la absolución de los dos acusados, ya que ha argumentado que, según el informe médico forense defendido por Carlos Lamela, "no existen evidencias objetivas de agresión sexual" y los hematomas que presentaba la anciana son los propios que se producen en una persona de esa edad cuando es manipulada o cuando sufre caídas.

Según Lamela, la anciana además presentaba un estado de confusión mental, lo que conllevaba una disminución de su nivel de conciencia, a veces intermitente.

El abogado defensor ha concluido que "no existen indicios que vayan más allá de las meras sospechas", por lo que, en su opinión, "sobraban hasta los forenses" en este juicio, que ha quedado visto para sentencia por la Sección Sexta de la Audiencia de Las Palmas.