¿Con qué frecuencia los trabajadores sufren dolor de espalda?
La encuesta nacional, realizada por el Ministerio de Trabajo en el año 2007, recoge que el 74% de los trabajadores han tenido en algún momento dolor de espalda, sobre todo, de columna lumbar con cerca de un 40%. El 29% de los casos de baja laboral por contingencia profesional tiene su origen en el dolor de espalda. También se sabe que entre el 70% y el 80% de los individuos a lo largo de su vida va a tener un dolor de espalda. Y curiosamente lo que se ha valorado en estos 20 últimos años es que ha aumentado el grado de discapacidad que provocan estos dolores de espalda. No sabemos si ahora hay más dolor que hace 20 años, pero sí sabemos que hay muchas más bajas laborales y unos tiempos más prolongados de incapacidad. Esto es debido a que en el dolor de espalda interviene, además de las lesiones que se pueda tener previamente en la columna, una serie de factores, como son factores psicosociales, físicos e individuales, que pueden provocar un aumento de esa discapacidad. La labor de los servicios de prevención es muy importante para la mejora de esos factores de riesgo y uno de los métodos de tratamiento preventivo, tanto en prevención primaria como en secundaria, lo constituyen las Escuelas de Espalda.
¿En qué consisten las Escuelas de Espalda?
Las Escuelas de Espalda se basan en un método cognitivo - conductual, es decir, se da al individuo una serie de conocimientos de cómo es la columna, cómo funciona, por qué puede doler y una serie de normas posturales dirigidas tanto a la actividad de la vida diaria como al medio laboral. Además, se enseña una serie de ejercicios preventivos de columna.
¿Cómo se accede a esta formación?
Se organizan grupos pequeños, de 10 a 12 usuarios, en los que se precisa solamente unas pequeñas colchonetas para reproducir los ejercicios y un ordenador para enseñar la parte teórica. Se puede impartir en los servicios sanitarios, como es el caso de los centros de salud, o se puede dar en las empresas si éstas disponen de un aula o de una sala acondicionada.
¿Cuáles son los factores que influyen en el desarrollo de estos problemas?
Hay una serie de factores relacionados con las alteraciones somáticas de la columna, como una desviación de columna o una hernia de disco. Pero luego están los factores psicosociales, físicos y los individuales. Los factores psicosociales son de todo tipo, desde una insatisfacción laboral, bajo apoyo social, bajo control sobre el trabajo que realiza el trabajador a la realización de tareas monótonas. Esto origina que cuando se produce un cuadro doloroso, el padecimiento que tiene el enfermo es mayor que si tuviera en otras condiciones psicosociales. En cuanto a factores físicos, fundamentalmente son los sobreesfuerzos y las posturas forzadas. Y en relación a factores individuales, influye la edad (ya que mientras más mayor es más fácil padecer un dolor en la columna), el sexo (sucede más en las mujeres por las condiciones físicas si éstas movilizan peso) y las condiciones físicas (muchas veces nos ponemos a movilizar peso sin tener la preparación física adecuada y produce dolor). También hay otros factores que se están relacionando con el dolor de espalda, como es el tabaquismo y la patologías previas que haya podido tener el paciente.
¿De qué manera afecta el tabaco al dolor de espalda?
No se sabe muy bien, pero el tabaco se asocia normalmente a temas alimenticios, respiratorios e influye fundamentalmente en la forma física del paciente. Son pacientes con una forma física más baja y además se cree que hay algún mecanismo neurovascular asociado.
¿Cuáles son las claves para prevenir estas dolencias?
Hay que actuar sobre los factores físicos del puesto de trabajo, evitando posturas forzadas. También en los factores psicosociales porque es labor de los servicios de prevención mejorar la insatisfacción laboral y el bajo apoyo. Y en los factores individuales, disminuyendo el peso, manteniendo una buena forma física, etc.
¿Qué se enseña concretamente en las Escuelas de Espalda?
Lo que se enseña en las Escuelas de Espalda son las normas posturales, se enseña al usuario cómo tiene que utilizar una escoba para barrer, cómo lavarse los dientes, cómo levantarse de la cama o de una silla, o cómo entrar y salir de un coche de forma correcta. En el ámbito de la ofimática se enseña cómo sentarse delante de un ordenador, cómo deben estar situados todos los elementos del puesto de trabajo, y qué paradas se deben hacer durante la realización del trabajo. Además, se ve el tema de movilización manual de cargas, desplazamiento y elevación de objetos, y todo el tema de corrección postural.
¿Qué consejos puede seguir un trabajador cuya jornada se desarrolle sentado?
En general, se recomienda que cada hora se haga un descanso de cinco a 10 minutos.
¿Se debería apostar más por los servicios de prevención?
Sí, se debería apostar por este tipo de terapias cognitivas. En los últimos años se ha visto que a la población hay que enseñarle, hay que transmitirle el conocimiento. Se le pide que sea parte activa de su tratamiento y se le da una serie de conocimientos básicos para evitar este problema. Esto sucede, por ejemplo, con el tabaco en el que se está enseñando fotografías de cáncer de pulmón para que el consumidor sea consciente de las consecuencias o con los accidentes de tráfico.
¿Los empresarios saben que una buena prevención evita, en parte, las futuras bajas de los trabajadores?
La entrada en vigor de la ley de prevención del año 95 supuso un cambio en las estrategias de las empresas a la hora de tratar temas de prevención de accidente de trabajo y de enfermedades con origen laboral. Son los mayores implicados a través del estudio de los puesto de trabajo y de la vigilancia de la salud. Están muy implicadas las empresas ahora mismo.
¿Hoy en día se pasa más tiempo sentado en el trabajo que hace unos años?
El trabajo es una continuidad de nuestra vida y es verdad que la vida actualmente es más sedentaria que hace unos años. De hecho se empiezan a ver problemas de obesidad que antes veíamos exclusivamente en otros países, como Estados Unidos, en parte por los cambios en la dieta mediterránea y el sedentarismo. Todo ello provoca que estas lesiones aumenten. En cuanto a la discapacidad, hemos perdido el espíritu de dolor, de sacrificio de nuestros padres y abuelos, ahora vamos rápidamente a que nos curen. En cambio, antiguamente existía el mismo dolor lumbar, pero se ponían una faja y seguían adelante. También ha cambiado el concepto de asistencia sanitaria.
Decía antes que en las Escuelas de Espalda se enseña a sentarse en una silla o a salir de un coche. ¿No se suele hacer correctamente?
Correctamente no. Con estas lecciones se intenta no sobrecargar la curva lumbar, que el músculo que tiende a tirar de nuestra columna no se tense de una forma excesiva. Curiosamente no sabemos cómo hacerlo, pero sí se sufre un dolor lumbar sí sabemos sentarnos de forma correcta de manera inconsciente. Eso es porque el organismo nos está diciendo cómo movernos para evitar la aparición del dolor. Realmente esto que se hace de forma puntual es lo que se debería hacer siempre.
¿Los trabajadores son conscientes de los problemas que puede ocasionar el día a día laboral?
Yo creo que no. Se empieza a tomar conciencia, pero hacemos muchas actuaciones en nuestro día a día que son lesivas. No son sólo lesivas por el propio puesto de trabajo, sino porque lo estamos haciendo muchas veces de forma incorrecta. Aquí es donde los servicios de prevención están haciendo una gran labor, en la corrección de actitudes incorrectas en los puestos de trabajo.
