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El barco 'Ceres II' vuelve a tierra ocho años después de zozobrar

El Puerto retira el pecio que se hundió en 2007 en el muelle de León y Castillo

El barco 'Ceres II' vuelve a tierra ocho años después de zozobrar

La Autoridad Portuaria de Las Palmas extrajo ayer del fondo marino el pecio del pesquero Ceres II, que en mayo de 2007 se hundió entre los norays 43 y 47 del muelle de León y Castillo por la acción del óxido. Con la retirada del barco se mejora las maniobras de entrada y salida de los grandes buques, sobre todo cruceros, que navegan por los muelles interiores.

El trabajo realizado por la empresa TEMs (Técnicas y Montajes Submarinos) se complicó por la falta de planos e imágenes que permitieran programar la extracción de los restos. Además, el armador modificó la estructura del buque para esconder las sustancias estupefacientes. Otro de los inconvenientes estuvo en la estimación del peso. Los técnicos preveían que el pecio tuviera un peso aproximado de entre 350 y 400 toneladas, aunque finalmente alcanzó las 595 toneladas. Esto hizo que para la sacar la última de las piezas se utilizaran unas eslingas fabricadas para soportar cada una de ellas 200 toneladas.

Finalmente, durante la mañana de ayer los empleados de TEMs, compañía contratada en noviembre de 2014 por el Puerto por 295.257 euros, finalizaron el proceso que durante los últimos meses se ha encontrado con alguna sorpresa, como el hallazgo de varios fardos de droga que aún permanecían escondidos entre las tripas del Ceres II.

La historia de este pesquero se truncó en 2005, cuando realizaba una ruta entre África y Europa. Cuando navegaba frente a las costas de Liberia fue apresado por la Policía Nacional. En su interior, los agentes encontraron 149 fardos con 3.507 kilos de cocaína, además de apresar a los 18 tripulantes. Entre los arrestados se encontraban 12 personas con la nacionalidad ghanesa, tres coreanos, dos españoles y un chino.

El barco arribó el 3 de agosto de 2005 en muy mal estado y los detenidos sólo realizaban una comida al día debido a la falta de vivieres. La droga estaba valorada en unos 105 millones de euros. La Policía Nacional indicó en su día que la operación por la que se interceptó el Ceres II demostraba que los narcotraficantes empezaban a utilizar África como punto intermedio de almacenamiento de la sustancia que enviaban desde Sudamérica hacia Europa.

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