El pleno del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha ratificado este viernes las obras que se acometen desde hace varios días o están próximas a iniciarse, con carácter de urgencia, en muros de contención y carreteras afectadas por el último temporal de lluvia.

En Consistorio especifica en un comunicado que ya está actuando en las vías de Francisco Hernández Guerra, en Miller Bajo; Álamo, en el Risco de San Nicolás, y Nicolás Monche López, así como en el acceso norte al parque deportivo de La Ballena, donde se trabaja para evitar desprendimientos.

La acera y la zona de aparcamiento de Hernández Guerra se hundieron por las lluvias de octubre, quedando la vía acotada por seguridad, afectando al tránsito peatonal y de vehículos en la zona, en la que se localiza un centro de Educación Infantil y Primaria.

Además del hundimiento del firme a lo largo de unos 45 metros de su trazado y de grietas y aberturas en la calzada, uno de los muros que separa la calle de una zona ajardinada, que hace de contención, se encuentran en riesgo de colapso estructural y puede caer hacia una parcela privada.

Para solucionar el problema, el Ayuntamiento actuó de inmediato con obras de restablecimiento de la contención de la vía, ejecutó una alineación de micropilotes a lo largo de 70 metros, restituyó la acera, colocó una rejilla de recogida de aguas pluviales y su conexión a la red existente en la zona, repavimentó la calzada afectada e instaló una barandilla.

Debido a las características especiales de la obra, el Consistorio destaca que es imposible determinar su coste exacto, aunque la estimación inicial se sitúa en 430.000 euros, y que los trabajos los realiza la empresa Técinas Operativas Canarias.

En cuanto a la calle Álamo, el pleno ratificó la ejecución de las obras de reparación del alzado y aseguramiento de estabilidad de un muro de mampostería en esa vía, encargada a la empresa mixta de aguas Emalsa.

Se trata de resolver, de manera provisional y mientras se toman medidas correctivas definitivas, los problemas provocados por el mal estado del muro, en cuya cara interna se encuentran canalizaciones de agua de abasto sensibles al desprendimiento parcial del alzado provocado por las lluvias.

Las obras del parque deportivo La Ballena persiguen evitar los desprendimientos en su acceso norte, ya que las escorrentías formadas por las lluvias en la ladera del barranco, a la altura de la calle Párroco González, ocasionaron el arrastre y acumulación de tierras, piedras y desechos en el camino peatonal.

Las escorrentías, una procedente de los antiguos campos de fútbol y otra a lo largo del barranco, se deben al aliviadero de la red de saneamiento situado en la confluencia de las calles Párroco González y Juan Melo, así como a los que dan a la ladera desde la primera de las vías, y afectan a la estabilidad de las laderas.

Además de la limpieza de la zona, los trabajos suponen la instalación de una tubería en la calle Párroco González que conecta el aliviadero con el fondo del barranco y evitará futuras escorrentías con unos trabajos que ascienden a 64.600 euros.

En la calle Nicolás Monche López las obras están destinadas al vaciado de terreno de la cara interna del muro situado entre los números 3 y 5 para disminuir el riesgo de colapso, debido al mal estado del mismo, y garantizar la seguridad, además de establecer un drenaje adecuado.

Reyes Almeida es la empresa encargada de la gestión y ejecución de las obras que, por sus características, es imposible determinar aún su coste exacto.