El Ayuntamiento prepara la puesta en marcha el próximo enero de una bolsa de empleo para cubrir las necesidades más urgentes de personal. El problema es especialmente grave en los servicios sociales, en los que se ha unido la reducción de la plantilla por jubilaciones con el enorme crecimiento de las demandas de los vecinos por la crisis. Las restricciones a la contratación y a la convocatoria de oposiciones impuesta por el Estado desde 2012 está bloqueando y ralentizando los servicios, una situación que se ha vuelto especialmente crítica en aquellos departamentos que tratan directamente con el ciudadano, como los servicios sociales, o los que se encargan de la seguridad y la protección. Los departamentos que expiden licencias y realizan inspecciones también se ven afectados.
En concreto, se convocarán varias listas de reserva para cubrir 39 plazas, de las cuales, ocho son de trabajadores sociales; 25, de auxiliares administrativos y seis de operarios de servicio. De forma paralela se convocarán dos ofertas de empleo público, una para cubrir 23 plazas de policías locales y otra para doce puestos de técnicos de las escalas A1 y A2. Estas últimas oposiciones se utilizarán además para crear otra lista de reserva.
El personal se jubila y las plazas no se cubren. Ni siquiera se cubren las bajas de larga duración por maternidad o enfermedad. Al final, los perjudicados por esta política de recortes son los ciudadanos, que tienen que esperar más de lo debido para recibir la atención que demandan, y los trabajadores, que sufren la presión. Los bomberos, por ejemplo, aseguran que están trabajando más de 48 horas a la semana. El Ayuntamiento tiene en estos momentos sólo 972 funcionarios, según los datos facilitados por la Concejalía de Recursos Humanos. De estos, casi 700 son guardias y bomberos, lo que da idea de la escasez de funcionarios que tiene la administración general. La carencia es especialmente crítica en las escalas más altas de técnicos. En los últimos cuatro años se jubilaron 73 funcionarios y el número de vacantes supera ya las 380. El concejal de Recursos Humanos, Mario Regidor, señala que muchos de esos puestos vacantes están siendo cubiertos por personal laboral. Los laborales también han decrecido en los últimos años en 23 trabajadores. "El número de funcionarios disminuye por el envejecimiento de la plantilla, lo cual es un grave problema porque tienen competencias y funciones que no pueden hacer los laborales. El problema se agrava por la imposibilidad de convocar oferta pública de empleo, por la normativa estatal, salvo en fuerzas de seguridad, pero también nos encontramos con el techo de gasto", explica Regidor quien reconoce que las necesidades más acuciantes están en Servicios Sociales. "Casi desde que llegamos", afirma, "el concejal de Cohesión Social", Jacinto Ortega, "me pidió más personal, porque hay muchas vacantes".
Víctor García, presidente de la Unión Sindical de Policías y Bomberos (USPB) advierte que la gran cantidad de plazas vacantes que hay en ambos cuerpos (150 de agentes y 44 en los bomberos) está "causando un deterioro en la seguridad para los ciudadanos y para el propio personal". Según García, urge que se convoque también la otra oferta de empleo aprobada de 67 policías. "El anterior gobierno intentó cubrir las carencias con una lista de reserva de 41 agentes de movilidad, pero eso no solucionó el déficit de policías. Lo que querían era un cuerpo multador", considera. "Lo que no es lógico", añade Regidor, "es que un Ayuntamiento con más de 380.000 habitantes sólo tenga una sola lista de reserva, la de agentes de movilidad. El Cabildo, por ejemplo, tiene 40 listas de reserva para cubrir las bajas de larga duración. Nosotros iremos sacando, en colaboración con los sindicatos las listas de reserva".
