¿Cuánto tiempo ha llevado este año hacer el belén de arena?
Empezamos en la playa el día 16 de noviembre. Pero nosotros trabajamos prácticamente de año en año, cuando estamos terminando uno ya estamos pensando en el diseño del siguiente, pensando en escultores, elaborando bocetos...
¿Diría que se han superado este año?
[Risas] Eso lo dirá la gente. Yo estoy muy satisfecho y muy orgulloso del trabajo del equipo. Porque trabajar en la arena es muy duro y son muchos días sin apenas descanso, y tanto los escultores como los ayudantes se han metido una paliza para dar lo mejor de ellos mismos. Si nos hemos superado o no ya lo dirán las críticas de la gente, que suelen ser muy benevolentes y nos quieren mucho.
¿Qué suele decir la gente del belén?
Que es maravilloso, que les encanta, que es un motivo de orgullo para la ciudad y para la Isla y que les gusta venir todos los años. Hay gente que incluso dice que no concibe la Navidad en la ciudad sin este belén. Todas esas cosas nos hacen sentir orgullosos de nuestro trabajo y que el esfuerzo ha valido la pena.
¿Diría que simbólicamente tiene una gran importancia para la ciudad?
Sí. De hecho, hemos tenido historias como gente que ha pedido la mano de su pareja en el belén. Esto me hace pensar que es más importante de lo que yo pensaba y de que llegas al corazoncito de mucha gente.
¿Cuántas personas suelen venir a visitarlo?
El año pasado vinieron 150.000.
¿Qué novedades tiene el Belén de este año?
Las dimensiones: este año hemos superado las 2.000 toneladas. Y luego yo destacaría especialmente el Nacimiento, que tiene cuatro metros de alto y una cantidad de arena movida difícil de calcular, y si nos fijamos en las expresiones de las figuras de los personajes, sobre todo de San José, a mí me apasiona el trabajo del escultor.
Es duro el momento de tirar abajo el belén, ¿no?
[Risas] Yo los primeros años ni venía, si te soy sincero. Lo dejaba todo organizadito, sabía que venía el tractor a una hora. Pero luego te acostumbras. O yo por lo menos me acostumbro, porque al fin y al cabo nuestra filosofía también abarca el cuidado del medio ambiente, el reciclaje... Y no hacemos otra cosa que dejar la arena tal y como estaba, para usarla de nuevo el año siguiente. A mí eso me sirve de consuelo y me quedo contento.
