Los agentes del Cuerpo Nacional de Policía acordonaron gran parte del parque San Telmo, así como el acceso a la calle Bravo Murillo. Esto provocó que muchas personas tuvieran que dar un gran rodeo a pie para llegar a sus destinos o, directamente, esperar a que finalizase la actuación de los especialistas para poder proseguir con su camino. En cualquiera de los casos, al llegar a la zona, todo el mundo lanzaba la misma pregunta al aire: "¿Qué pasa?" La respuesta, que llevaba consigo las palabras "bomba", "maletín" y "seguridad", provocó reacciones de lo más variopintas. Los hubo que decidieron alejarse por miedo a una explosión, pero la gran mayoría escogió un lugar donde las vistas fuesen medianamente privilegiadas para no perder puntada de lo que estaba ocurriendo y, de paso, sacar el móvil para grabar o fotografiar cada movimiento. "Los terroristas han llegado a Canarias, yo lo dije", gritaba una joven entre risas junto a sus amigas. Otros tampoco pudieron evitar bromear con la situación y mandaron notas de audio a sus madres anunciándoles que estaban "en medio de un atentado". Amparo R. Montero