El presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Luis Ibarra, y el alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Augusto Hidalgo, se posicionaron ayer a favor de liberar la zona en la que se encuentran las naves del Programa Mundial de Alimentos (PMA) y de la Cruz Roja, en el muelle de Sanapú, para dedicarlo al proyecto Puerto-Ciudad, aunque ambos recalcaron que el problema es económico. El Puerto ha cifrado entre 7 y 9 millones de euros trasladar las instalaciones hasta la Zona Franca.
Ibarra dijo que en ese tramo de la Avenida Marítima existe un problema de movilidad "importante", por lo que desde el Puerto "estamos dispuestos a ceder ese espacio para la mejora de la ciudadanía". Además, los organismos humanitarios han aprobado una posible migración cerca del muelle exterior. "Ahora bien", añadió, "¿quién paga esas naves? Obviamente ese el problema. La Autoridad Portuaria no tiene capacidad para afrontar esa inversión".
En este sentido, Hidalgo aseguró que "estoy moviéndome" para conseguir recursos con el que conseguir esa parcela para la ciudad. Una de las ideas con la que trabajan desde las oficinas municipales es que el lugar en el que se ubican las naves sea utilizado para el BRT (Bus Rapid Transit), el carril guagua único que mejoraría la circulación en la principal arteria de la ciudad baja. Aunque incidió en que "en estos momentos no hay recursos; hay recursos para el entorno del acuario", cuyas obras visitará hoy junto a Ibarra.
El regidor también se refirió a la posibilidad de que parte de los recursos fueran derivados al Puerto para enviar las naves a la Zona Francia y así resolver lo que calificó como un "problema urbano".
