El artífice de los belenes del Ayuntamiento y demás instituciones canarias, Fernando Benítez, inauguró su último belén del año en el parque de San Telmo, y ya van diez estas navidades. El alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Augusto Hidalgo, y el concejal de Transportes y Playas, José Eduardo Ramírez, presidieron el acto de inauguración, que, al igual que el del belén de las Casas Consistoriales, contó con un concierto del coro gospel MLou, que animó el ambiente con diferentes versiones de villancicos y canciones navideñas.
El nacimiento del parque de San Telmo conlleva un trabajo más exhaustivo que otros belenes. "Al ser en 360 grados, hay que trabajar tres perspectivas", explicó Benítez, que reconoció que éste es uno de los más especiales por su complejidad. Más de quinientas figuras artesanales, realizadas en barro cocido, representan el nacimiento del niño Jesús. Los asistentes y paseantes disfrutaron del belén durante toda la tarde, y a las ocho de la noche se inauguró oficialmente con el encendido de luces y la activación del río.
Precisamente el río es lo que más gustó a los asistentes de mayor edad, incluido Hidalgo, que se quedó asombrado con la cantidad de detalles en los que Benítez y su equipo trabajan durante varios meses de "duro esfuerzo". Mientras, los más pequeños intentan descubrir secretos dentro del belén, pero todos reconocen que lo que más le gusta son los Reyes Magos. No porque las piezas tengan algo de especial, sino porque saben que están observando y si se portan bien les traerán regalos en breve. Por más que le dieran vueltas todos decían que sus figuras favoritas eran sus majestades.
Mucha gente recorrió el belén. Laura Cabello, que acudió son sus dos hijos, comentó que no paró de dar vueltas al nacimiento porque sus dos pequeños quería seguir descubriendo detalles de los que no se habían percatado en la primera, segunda, o incluso tercera pasada. "Por más pasadas que le damos siguen dando gritos cuando ven a los Reyes Magos", explicó Cabello.
El belén de San Telmo es sin duda un referente histórico y etnográfico dentro de la Navidad en la capital grancanaria. Su ubicación, su estilo y sus cuarenta metros de recorrido circular alrededor de un antiguo árbol, va desvelando un sinfín de escenas relacionadas con el nacimiento y la infancia del niño Jesús. "Me gusta mucho que sea en 360 grados", comentó Miguel Palacios. "Así puedes ver más allá del típico belén que sólo puedes contemplar desde un punto fijo", añadió. El mismo Benítez reconoció que la elaboración y el montaje de este tipo de maquetas conlleva cuidar más los detalles. "Es más difícil esconder los cables de las luces, las casas tienen que estar más detalladas, y este tipo de complejidades", declaró Benítez, que confesó que son este tipo de belenes los que más le gusta realizar. "Cuando llevas más de once años haciendo belenes para instituciones lo bonito es el desafío de tener que hacerlos diferentes cada año", comentó.
Eso no significa que todo acabe en la basura. Elementos de los diferentes paisajes se aprovechan, pero el grueso acaba en la basura. "No se pueden almacenar todas las cosas, porque no hay espacio", describió. Marina e Isaac vinieron a visitar el belén desde el otro punto de la ciudad. "Venimos a coger la guagua y aprovechamos para ver la inauguración", comentó Isaac. "A mí me llamo la atención la música gospel, creo que lo hacen muy bien", añadió Marina.
Todos quedan seducidos con la pequeña cascada y el río que recorre parte del nacimiento. "De pequeño habría tirado papelitos en él, me tiene fascinado", confesó Hidalgo. El resto de visitantes también halaga el detalle del río. "El sonido del agua relaja", declaró Isabel Cabrera, que también le echó un ojo al belén de paso a su cita en Triana. "Es bueno que esté en un parque al aire libre", añadió. Benítez también matizó que al ser una maqueta al aire libre hay que cubrir todo de una manera especial. "Pueden robar las figuras", explicó Fernando Robaina, que temió que algunas de ellas no lleguen hasta el 7 de enero, cuando lo retiren del parque.
Benítez lleva confeccionando el belén de San Telmo desde hace once años, que se coloca a la altura de los más pequeños para que puedan disfrutarla contemplando la escenificación de paisajes y construcciones de la tierra hebrea, representada en las ciudades de Nazaret y Belén. Muchas figuras están rodeadas de innumerables detalles y tienen movimientos propios, lo que las convierten en un interesante y sorprendente descubrimiento para los visitantes o paseantes del parque de San Telmo.
