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Un entrenador de fútbol acepta 25 años de cárcel por abusar de ocho menores

José González, conocido como 'Camacho', negocia la sentencia con el fiscal para evitar el juicio - Reconoce tres abusos graves y cinco tocamientos en el vestuario

Un entrenador de fútbol acepta 25 años de cárcel por abusar de ocho menores

José Ángel González Fernández, conocido en el mundo del fútbol sala como Camacho, ha reconocido que forzó a ocho menores a los que entrenaba en el Club Deportivo Timadafe. Los abusos sexuales sucedieron en 2011 y 2012, cuando sus jugadores tenían entre 12 y 15 años. El entrenador, que es muy conocido en la zona alta de la capital grancanaria, fue detenido a finales de 2014 por el Cuerpo Nacional de Policía (CNP). Desde entonces se encuentra en prisión provisional a la espera de juicio.

José González, de 41 años, entrenaba a las categorías infantil, cadete y juvenil del Timadafe antes de ser sorprendido por la policía en su coche con un menor. Desde la cárcel, a través de su abogado, ha negociado una sentencia de conformidad con el Ministerio Fiscal. Así evita la celebración material del juicio, obtiene una rebaja de la pena y cierra el procedimiento sin causar más daños a los menores, todo a cambio del reconocimiento de unos hechos por los que deberá cumplir 25 años de cárcel, entre otras penas pactadas.

El acuerdo, al tratarse de delitos graves, ha sido remitido a la Audiencia de Las Palmas para su convalidación, pero tanto Camacho como su amigo Carmelo Jesús Espino Santana, el otro acusado en la trama de abusos sexuales, han aceptado las conclusiones provisionales del ministerio público. El entrenador admite la autoría de tres abusos sexuales continuados con penetración, que están castigados con penas de 10, 5 y 10 años de prisión, así como otros cinco delitos por tocamientos en el vestuario, que están penalizados con sendas multas de 3.150 euros (21 meses a razón de cinco euros diarios, en total 15.750 euros).

Espino, en cambio, sólo deberá cumplir dos años y medio de cárcel por corrupción de menores, una multa de 12 meses con una cuota diaria de seis euros y diferentes medidas de libertad vigilada, entre ellas la prohibición de ejercer durante cinco años cualquier actividad que implique el cuidado o la tutela de menores, de comunicarse con la víctima y la obligación de participar en un "programa de educación sexual para pedófilos" de dos años de duración. Estas medidas de seguridad también afectan a José Ángel González, aunque en su caso por cada uno de los ochos delitos cometidos.

Y es que Camacho, como le conocen en Escaleritas desde que empezó a entrenar a niños en la adolescencia, es el centro de la trama por la que formula acusación la Fiscalía. Los abusos comenzaron en 2011, cuando se valió de su condición de entrenador para mantener relaciones sexuales completas con un jugador de 15 años al que invitaba a unos apartamentos en el sur de Gran Canaria.

Lo mismo ocurrió un año después, en 2012, esta vez con un menor de 12 años. Los excesos comenzaron en el vestuario, con la excusa de practicarle masajes por las lesiones o los golpes recibidos en los partidos, y siguieron en coches aparcados en zonas poco transitadas de la capital grancanaria hasta culminar en esos apartamentos del Sur. A la familia del chico le decía que iban por razones deportivas, pero el objeto de esos desplazamientos eran los encuentros sexuales.

Asimismo amenazó al menor con una navaja para que guardara silencio, y le puso en contacto con Espino para que practicasen sexo a cambio de 30 euros, además de chantajearle para obtener fotografías desnudo que luego se enviaban por internet (le decía que eran para un amigo de Educación con el fin de frenar su ingreso en un centro de menores).

Con el tercer perjudicado, de 12 años, actuó de manera semejante, mientras que a los otros cinco menores, con edades similares, les metía mano en el vestuario con la coartada de los masajes, según admite Camacho ante el fiscal.

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