La sombra del cierre del Muelle Deportivo de Las Palmas de Gran Canaria vuelve a estar presente. El presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Luis Ibarra, indicó ayer que sopesa volver a tomar la medida de clausurar la dársena de embarcaciones menores por la noche después de que durante la madrugada del día de Navidad se volvieran a repetir los altercados que se producían antes de verano, con peleas y rotura del mobiliario de un local de la zona. "El cierre es la medida que más tenemos en mente, hacerlo sin ningún condicionante, sin ningún tipo de reunión, porque vemos que la tragedia está a punto de rozarse", afirmó ayer Ibarra.
El Sindicato Profesional de Policías y Bomberos (Spplb) de Las Palmas denunció que desde que se reabrió la terraza Sotavento Club el pasado 18 de diciembre se han sucedido los problemas. Aquel fin de semana, como recalcan las fuentes consultadas, se produjeron peleas que acabaron con heridos. Sin embargo, la gota que colmó el vaso de la Autoridad Portuaria se produjo la madrugada de Navidad. Ese día se volvió a repetir una situación de descontrol en el que proliferaron los altercados entre la gran acumulación de personas que se concentró alrededor de la citada terraza sobre las seis de la mañana, cuando se produjo el cierre del local, como apuntó el portavoz del sindicato, Artemis Casañas. A ello se unió la rotura del cristal del comercio Hi Chocolate Bread Coffee, en cuya entrada había restos de sangre.
Según precisó la propietaria del negocio, Marisa Quintero, cuando una de las empleadas llegó a mediodía del día 25 se encontró con los desperfectos. Sin embargo, aclaró que desconoce qué motivo la rotura ya que las cámaras de seguridad no registraron lo sucedido frente al local. Asimismo, recalcó que no es la primera vez que se encuentren con esta escena ya que en marzo de este mismo año también rompieron la cristalera durante la madrugada.
Estos incidentes se repiten después de que durante el verano pasado las peleas provocaran que el organismo portuario decidiera emitir una orden de cierre de la dársena durante las madrugadas de los fines de semana y festivos. Sin embargo, tras varias reuniones, tanto el explotador del local como la Delegación del Gobierno se comprometieron a ampliar la presencia de vigilantes jurados y agentes de la Policía Nacional y Guardia Civil para garantizar la seguridad de la zona, por lo que se levantó la orden.
Sin embargo, Casañas reseñó que no hay tal incremento. Reconoció que la Policía Nacional pasa por el muelle de Santa Catalina, pero por el Muelle Deportivo no lo hacen si no es a requerimiento de la Policía Portuaria. Además, el portavoz se quejó de la falta de funcionarios porque sólo dos agentes tienen que hacer frente a la marabunta de gente que sale de la terraza cuando ésta cierra, momento en el que se producen los altercados. En este sentido se pronunció Ibarra, que dijo que no pueden destinar los seis policías que están de servicio de madrugada únicamente a la dársena y dejar así al resto de las instalaciones portuarias sin control alguno.
Además, Ibarra mostró su total indignación por lo hechos acaecidos en los últimos días y dijo que mañana mantendrá una reunión con los servicios jurídicos para conocer "si es procedente algún tipo de decisión drástica" porque "esto no puede seguir así, no podemos consentir estas situaciones".
Fuentes del comité de empresa de la Autoridad Portuaria apuntaron que vuelven a mostrar su disconformidad con que un negocio utilice el Centro Comercial Sotavento, situado dentro de las dependencias del puerto de La Luz, como terraza hasta altas horas de la madrugada, aunque defienden el resto de actividades como la restauración para el disfrute de todos los usuarios.
