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Navidad

Navidad total en Ciudad del Campo

Una pareja "amante de la decoración navideña" confecciona un gran belén al que invita a sus vecinos a visitar

Simón Alejandro, de rojo, y David Antoniolli, de verde, junto al belén y el árbol de Navidad en su piso de Ciudad del Campo. ANDRÉS CRUZ

Simón Alejandro y David Antoniolli no han perdido la tradición de la Navidad en su hogar de Ciudad del Campo. Desde una edad muy temprana, Simón ha sentido una atracción por los belenes, y desde que vive en su propio piso intenta realizar un nacimiento que sea mayor al del año anterior. "Este año se nos ha quedado un poco más pequeño que el de 2014", comenta David. La razón es que tenían pensado mudarse durante las fechas navideñas y al final no lo hicieron. "Entre una cosa y otra no pudimos dedicarle tanto al belén", añade Simón.

El resultado no es poca cosa. El nacimiento ocupa un cuarto del salón, que ha sufrido una transformación absoluta, como el resto de la casa, por las fechas navideñas. La costumbre del belén no se ha perdido en la casa de David y Simón. "Desde pequeño siempre hacía el belén con mi familia", comenta Simón, que revela que tenía discusiones con su madre sobre la distribución del nacimiento. "Cuando mi madre se marchaba a hacer recados le cambiaba todo de sitio", recuerda.

Ahora que viven de manera independiente ya no hay disconformidades en cuanto al belén. "A los dos nos gusta hacerlo lo más grande posible", comenta David.

"Este año se lo ha currado más él", confiesa Simón. Mientras David explica que su pareja fue quien encargó las últimas piezas. El belén mide metro y medio de alto, y tiene una pequeña cascada por un lateral y al herrero, el pastor y los Reyes Magos por el otro. Su última adquisición, traída de El Corte Inglés de Madrid, ha sido la mujer que da de comer a las gallinas. Esta última pieza, como muchas de las otras repartidas por la escena, tiene un pequeño motor incorporado que hace que las figuras realicen movimientos. Muchas otras de las figuras las adquieren en los chinos. "El Corte Inglés de aquí ya no trae piezas de belén", se queja Simón. "Encontramos más figuras en los chinos", añade David. Este fenómeno trastoca los planes belenísticos de la pareja que se ve forzado a buscarlas en otros mercados.

El escenario esta montado en parte sobre la mesa del comedor y dos sillas que han quedado cubiertas por el belén. "Trastocamos todo", comenta entre risas David. "Dejamos el salón pequeño, para que las visitas se marchen rápido", añade Simón, que hace una pequeña celebración a comienzos de diciembre a la que acuden todos sus vecinos para que vean el resultado final. "Vienen todos los pequeños del vecindario a verlo", explica Simón. "Somos amantes de la decoración navideña", confiesa David. Y es que más allá del belén, la casa tiene un toque navideño especial. "La decoración del árbol cambia cada año", explica Simón. "Prestamos los adornos de otros años a nuestros amigos", añade David, que cuenta que compró un trastero exclusivamente para guardar adornos de Navidad. "Mi ilusión es hacer belenes grandes", detalla Simón. "Es lo bonito de la Navidad", añade David.

La elaboración del belén, así como el resto de la decoración del piso, es un momento que une a ambos en una pasión por la Navidad. "El dilema es cuándo desmontarlo", explica Simón, que es partidario de retirar el nacimiento y los adornos navideños justo pasado el día de los Reyes Magos. Mientras, a David, le gusta que el espíritu de las fechas navideñas dure hasta bien entrado febrero, "e incluso marzo", aunque en este caso sería más por pereza, especifica.

Esta pareja se muestra satisfecha de la escena de este año, aunque Simón confiesa que aún no ha realizado su mejor obra. "Aún no he confeccionado el belén de mis sueños", explica.

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