¿Cuáles son las previsiones de la empresa respecto al año 2016? ¿Se volverá a traer pescado pelágico como antes'
Soy realista y tengo buenos contactos con mis clientes, y con casi total seguridad puedo decir que no va a entrar en puerto pescado pelágico de Mauritania. Probablemente solo va a entrar de Marruecos, porque el convenio entre la Unión Europea y Mauritania es muy malo, tiene condiciones muy malas y los armadores no pueden seguir su actividad porque sale muy caro, no es rentable.
¿Y el de Marruecos?
El de Marruecos sí, porque obliga a descargar un 25% en Marruecos y el resto es libre, donde quieran. Entonces, a los armadores les gusta Marruecos, pero Mauritania no. Yo estoy casi segura de que van a hacer el transbordo en alta mar; en todo momento puede cambiar, pero incluso si hacen el transbordo en alta mar, van a venir a hacer cambios de tripulaciones, avituallamiento, reparaciones... Para mí supone que al menos haya algo de movimiento.
En cualquier caso, ha habido una bajada considerable en los últimos años en el sector, ¿no?
Ahora mismo está en una situación complicada.
¿Y hasta qué punto les afecta a ustedes?
Yo tengo la suerte de que no dependo solamente de armadores pesqueros de Holanda, porque desde 1973 la empresa tiene buena relación con Seatrade y GreenSea, con quienes tengo un buen volumen. Gracias a ellos, la empresa va bien.
¿Y la empresa no ha optado por buscar alternativas?
No. Como ya dije, tengo una buena relación con Seatrade, y como ellos están arrendando, fletando con otras compañías, ahora tengo nuevos clientes: unos de Rusia, otros de Polonia... Como tenemos una relación recíproca, ellos también me recomiendan nuevos clientes.
Entonces no se plantean la búsqueda de alternativas porque funcionan bien.
Exacto, funcionamos bien. Pero, en cualquier caso, la búsqueda de alternativas es muy difícil, porque ahora en este mundillo se reduce cada vez todo más a compañías muy grandes. Es todo muy difícil, y encima tenemos tasas portuarias muy elevadas, sobre todo en el Puerto de La Luz si las comparamos con otros puertos europeos. Por eso es tan complicado.
¿Cree que se volverá en algún momento a los niveles de los años 90 en lo que se refiere al sector de la pesca pelágica?
Yo creo que pescado hay, pero todo depende de las políticas y los acuerdos a los que llegue la Unión Europea con los países. Todo depende de la política: si se llega a acuerdos, bien; si no, nada.
¿Pero usted tiene esperanza de que se vuelva a esos niveles?
Esos niveles yo creo que nunca van a volver, pero alguna esperanza sí que hay, porque para países como Marruecos o Mauritania es muy importante. Pero, claro, hay mucha competencia.
¿A Agmar le afecta de alguna otra manera los últimos convenios de la Unión Europea con Mauritania y Marruecos?
Agmar es quien trajo la flota pelágica holandesa, y era un volumen enorme, pero ahora está todo muy difícil. Es respecto a esa flota que nos afectan esos convenios, nada más. Y ahora barcos pesqueros son pocos.
Usted no poseía ninguna experiencia cuando se puso al frente de la empresa. ¿Se ha visto con dificultades para dirigirla?
Cuando llegué no sabía ni lo que era fondeo ni lo que era atraque. Pero he tenido la suerte de que tengo un equipo de trabajo maravilloso, que con paciencia me ayudó y me explicó todo. Y gracias a la clientela fiel que tenemos. Los clientes no están obligados a venir con nosotros, pero lo siguen haciendo porque les damos un buen servicio y por buena fe. En cualquier momento se podrían ir con otros, porque en Las Palmas de Gran Canaria hay más de 50 consignatarios, pero estamos contentos con nuestra clientela y ellos con nosotros.
En el sector portuario predominan sobre todo los hombres. ¿Esto ha supuesto un impedimento para usted?
No. Yo tengo mucha mala leche. Creo que no tengo ningún enemigo, y me llevo muy bien con todos. Al final, todo depende del cliente; y si el cliente está contengo contigo, no hay ningún problema.
¿Qué opina de la gestión de la Autoridad Portuaria de Las Palmas?
La única cosa que me gustaría que se cambiara son las tasas. Todos mis clientes nos dicen que las tasas aquí son muy caras; hablando con ellos, deduje que el nuestro es de los más caros de Europa. De resto, con la Autoridad Portuaria todo bien, ninguna queja.
