El sacerdote Policarpo Delgado Perdomo falleció ayer a los 66 años de edad en el Hospital Insular de Las Palmas de Gran Canaria después de que el pasado 6 de enero sufriera un derrame cerebral cuando circulaba con su vehículo por la Avenida Marítima de la capital grancanaria. La comunidad eclesiástica se encuentra sumida en un profundo dolor al conocer el fallecimiento del párroco, quien estaba al frente de la iglesia de La Vega de San José.

Delgado nació el 19 de febrero de 1949 en el municipio lanzaroteño de Haría, concretamente en el pueblo de Ye. Precisamente en este pequeño pago cursó sus estudios primarios hasta que con 12 años se trasladó a Gran Canaria para ingresar en el Seminario Diocesano de Canarias, como recuerda Sebastián Sarmiento. Su siguiente destino fue Granada, donde con 24 años ordenó diácono. Para recibir las Órdenes Mayores se trasladó a Roma, ciudad en la que fue ordenado por el sacerdote monseñor Infantes Florido. Entonces regresó a Gran Canaria. Primero estuvo en Ingenio para posteriormente dirigir las iglesias de El Doctoral, en Santa Lucía de Tirajana, y La Vega de San José.

Policarpio Delgado quiso poner un paréntesis en su carrera como sacerdote para estudiar Teología. Lo hizo en Roma, donde además realizó el doctorado en esta misma materia para finalmente regresar a su isla de adopción.

En su segunda etapa por Gran Canaria estuvo a cargo de varios puestos de responsabilidad en la Diócesis de Canarias. Entre ellos dirigió el Instituto Superior de Teología de las Islas Canarias (ISTIC) y la Escuela de Formación Social; también fue nombrado rector del Seminario Diocesano y estuvo como vicario de la ciudad. Estos cargos los compartió con la Parroquia de Nuestra Señora de la Vega, en el barrio de San José de Las Palmas de Gran Canaria, de la que fue titular hasta su fallecimiento.

Su cuerpo se vela en el tanatorio de San Miguel. A las 13.30 horas de hoy se oficiará una eucaristía en la Catedral para después proceder a su entierro en el cementerio de Santa Brígida.