Albino Aneiros Blanco es el nuevo presidente de la Casa de Galicia. Este coruñés, afincado desde hace décadas en la ciudad, sustituyó ayer en el cargo a Ricardo Villares tras 30 años al frente de la institución. Aneiros Blanco recibió ayer el apoyo de los socios con tan solo un voto en contra y tres abstenciones durante la asamblea que se celebró ayer en las instalaciones del Real Club Náutico.
La "Casa" tiene gran arraigo social en la Isla, especialmente por acciones de índole solidaria como son su tradicional recogida de alimentos y juguetes benéfica durante la Navidad. La entidad también es conocida por la Cabalgata de los Reyes Magos de la capital, en la que visten a más de 400 figurantes, así como a sus majestades de Oriente, y que organizaron de forma íntegra desde 1952 a 1985. No obstante, el actual presidente quiso resaltar que, después del 7 de enero, la institución tiene más actividades enfocadas a la masa social.
Si bien en los últimos años la sociedad ha sufrido una crisis tras el incendio que se produjo en junio de 2014, en el que la primera planta del edificio situado en la calle Salvador Cuyás quedó completamente calcinada. Este suceso provocó numerosas pérdidas materiales así como de masa social, "ya que muchas cosas tuvieron que dejar de hacerse".
En la asamblea que tuvo lugar ayer, se produjo un relevo generacional. Albino Aneiros forma parte de la directiva desde 2004, cuando comenzó a hacerse cargo del área de Cultura. Desde hace tres años, y hasta la fecha, ha ostentado el cargo de vicepresidente, de manera que aseguró conocer bien el funcionamiento de la institución. Ayer, apoyado por su nueva Junta de Gobierno integrada por "una docena de personas de entre 18 y 62 años que trabajan en diferentes sectores", cogió el testigo de Ricardo Villares, quien durante tres décadas ha estado al frente de la institución.
El principal punto que se trató durante la reunión, además de las votaciones, fue el "problema del seguro". El nuevo presidente dio a conocer la situación actual de la Casa de Galicia tras el siniestro. "Los peritos que contratamos valoran las pérdidas en más de 524.000 euros y la aseguradora en 390.000 menos", apostilló.
El objetivo, por lo tanto, es llegar a un acuerdo que les permita comenzar con las obras de la que fuera su sede y poder recuperar así un lugar en el que desarrollar sus actividades. Las pasadas fiestas navideñas, fue el Ayuntamiento el que les cedió parte del Edificio Miller para poder llevar a cabo la recogida de juguetes, después de que anunciasen la suspensión de la campaña benéfica, entre otras cosas, por falta de fondos. "Gracias a la subvención del Consistorio y al apoyo de la gente al final pudimos resolver el problema que teníamos y salir adelante", aseveró.
