El presidente de la Audiencia Nacional (AN), José Ramón Navarro Miranda, cerró ayer el máster de experto en derechos humanos y de género que dirige la magistrada María Auxiliadora Díaz en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC). También intervino el presidente de la Sala lo Penal en dicho órgano judicial, Fernando Grande Marlaska, entre otras autoridades judiciales, educativas y políticas. Ambos rechazaron la necesidad de crear un pacto de Estado en la lucha contra la violencia de género, sino que abogaron por renovar el compromiso actual con la ley integral y por dejar el asesinato de mujeres al margen de la política, pues sólo con "un consenso definitivo" y la "concienciación de la sociedad" se podrá acabar con esta "lacra", destacó Navarro antes de participar en el acto, que se celebró en el Paraninfo de la ULPGC.
Un problema social que el presidente de la AN equiparó en complejidad e importancia con el terrorismo. "Hace falta concienciar a la sociedad de que nos enfrentamos a uno de los problemas más importantes. Sólo podemos luchar contra este tipo de violencia desde las casas, desde los colegios, desde la familia o desde la comunidad de vecinos. Cualquier sitio es importante, porque en España mueren cerca de 70 mujeres todos los años y sólo en la época del terrorismo moría más gente", asegura José Ramón Navarro.
El presidente considera que la sociedad tiene que tomar partido por este problema, "apartarlo de la política" y "buscar un consenso definitivo". El compromiso no sólo debe ser de los partidos políticos, sino de todas las instituciones, colegios profesionales y afectados. "Será complicado, pero con la lucha de todos podemos acabar con esta lacra", añadió.
Para Grande Marlaska, que también es vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), la ley actual "es la manifestación de pacto de Estado más importante en la lucha contra la violencia de género". Por ese motivo no considera necesario un nuevo pacto, sino renovarlo "porque seguimos teniendo un número muy importante de mujeres asesinadas", agregó.
Y no sólo eso. Asimismo hay que extender esa lucha a las mujeres que no mueren a manos de sus parejas pero sí sufren, de forma callada, maltrato habitual en el ámbito familiar, incluso a los hijos como víctimas directas tras las últimas modificaciones legales. "Hay que generar conciencia y convicción de que no hay que levantar el pie del acelerador, sino pisar más fuerte y extenderlo a toda la violencia contra la mujer, desde los matrimonios forzados a la trata con fines de explotación sexual, es decir, contra la violencia por el hecho de ser mujer", opina el magistrado.
Asimismo destacó la preocupación social por los delitos de odio, que va en aumento porque se están empezando a recoger datos para determinar si una agresión, amenaza o insulto es debido a diferencias de raza, orientación sexual o cualquier otra circunstancia personal. Ese problema existe y por eso se están adoptando medida importantes en la lucha contra este tipo de violencia. Su móvil, explica Grande Marlaska, "no es otro que la discriminación y el odio hacia el diferente". El año pasado se creó un observatorio para vigilar estos comportamientos delictivos, aunque no pertenece a un institución oficial, sino que es iniciativa del Colectivo de Lesbianas y Gais (Colegas).
La ceremonia, que duró dos horas, la clausuró el rector de la ULGPC, José Regidor. Antes, además de Navarro y de Marlaska, intervinieron el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales; el consejero de Presidencia, Justicia e Igual del Gobierno de Canarias, Aarón Afonso; la fiscal del Tribunal Supremo (TS) Pilar Martín; Gemma Gallego, que es miembro del Grevio en el Consejo de Europa; y la presidenta del observatorio contra la Violencia de Género del CGPJ, Ángeles Carmona.
