La Audiencia de Las Palmas acordó ayer una pena de cuatro años de prisión para un hombre que reconoció haber abusado sexualmente de su cuñado en la casa familiar de la capital grancanaria.

La víctima, de 49 años, padece síndrome de Down. Antonio Miguel Estévez Ferrera, de 63 años, forzó a su pariente cuando ambos estaban solos en el salón. Los hechos ocurrieron el 28 de noviembre de 2014. El acusado aprovechó que su hijo se encontraba en la ducha, pero fue sorprendido en pleno acto sexual por su mujer, que es la hermana y tutora de la víctima. Por eso se ha conformado con esta pena tras reconocer los hechos ante el tribunal y negociar un acuerdo con el Ministerio Fiscal.

El castigo que se solicitaba antes del juicio era de diez años de prisión, otros cinco años de libertad vigilada y la prohibición de comunicarse y de acercarse a la víctima a menos de 500 metros. El procesado deberá indemnizar a su cuñado con 6.000 euros por los daños morales. La sentencia, tras el acuerdo, es firme.