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La bajada del precio del petróleo frena la reparación de plataformas en La Luz

La Autoridad Portuaria asegura que, con la situación actual, las empresas del sector de la extracción optimizan sus recursos y le dan prioridad al Puerto

La plataforma petrolífera 'Deepsea Aberdeen' en el dique Reina Sofía. JUAN CARLOS CASTRO

Las empresas que se dedican a la reparación de plataformas en el Puerto de La Luz y de Las Palmas han visto frenada de manera importante esta actividad como consecuencia de la bajada del precio del petróleo. La Autoridad Portuaria, al igual que las empresas del sector, ven igualmente el lado positivo a la situación. "Una bajada del precio del petróleo en una coyuntura como la actual tiene consecuencias negativas y positivas", apunta el presidente del órgano portuario, Luis Ibarra. "La negativa es que, evidentemente, gran parte de las prospecciones se paralizan y, por lo tanto, hay muchísima menos actividad en el sector y menos búsqueda de nuevos yacimientos, lo cual conlleva menor trasiego de barcos, menor necesidad de reparaciones y, por lo tanto, menor actividad", comenta.

Según Ibarra, "lo bueno" radica en que las empresas del sector de la extracción, "al tener mucho menos margen comercial", tratan de optimizar los recursos y priorizan el Puerto de Las Palmas, dado que es el puerto logístico más cercano a África Occidental. "Desplazar todo el equipo a otros puntos de Europa o Estados Unidos supone un coste demasiado excesivo para un barril por debajo de los 30 dólares. Por lo tanto, nosotros seguimos notando el interés de grandes empresas por posicionarse en La Luz", aclara.

Así, el presidente de la Autoridad Portuaria entiende que es "evidente" que "se han hecho bien los deberes" en el Puerto. "El sector está muy diversificado, así que se puede seguir apostando por los buques convencionales y offshore para hacer reparaciones, y terminar las instalaciones; para eso es prioritario acabar la zona de La Esfinge, para seguir en primera línea cuando el sector se reactive", explica.

Germán Suárez, vicepresidente ejecutivo de Astilleros Canarios (Astican) indica que, al bajar los ingresos para las empresas del sector offshore, estas buscan ahorros importantes a su vez en el resto de proveedores en sus cadena de valor, como es el caso de los astilleros. No obstante, sostiene que Astican es un astilleros polifacético y no dependiente del sector offshore, con lo que "la bajada de proyectos y volumen de ingresos del sector offshore la compensaremos con otros segmentos de mercado que nada tienen que ver con el offshore" y que incluso se ven beneficiados por un precio bajo de los combustibles.

Algo similar señala Leandro Aguirreche, director de marketing de Zamakona, grupo al que pertenece la empresa de reparaciones navales Repnaval, quien reconoce que la bajada del precio del crudo ha afectado a la compañía. "Es verdad que alguna pequeña reparación hemos tenido que hacer, pero obviamente no es la puesta a punto de cuando hay actividad. El ámbito de reparaciones de plataformas petrolíferas y barcos de apoyo se ha reducido a la mínima expresión", cuenta.

Eso sí, Aguirreche espera que la reducción del precio del petróleo produzca un alivio a otros sectores como el mercante o el pesquero, ya que "la bajada del precio del combustible hace que puedan operar con más tranquilidad y tengan más disponibilidad para reparar sus embarcaciones". "Dentro de su cuenta de gastos, el combustible es una parte muy importante. Al reducirlo, contarán con más dinero para dedicarlo a otros recursos, y hacer mayores y mejores obras de mantenimiento en sus embarcaciones. Y nosotros, por suerte, no nos hemos dedicado 100% al sector offshore, sino también a otros", agrega antes de mostrarse optimista en el sentido de que el Puerto de La Luz "es cada vez más conocido", y al estar situado "en medio de muchas rutas", vienen, incluso, clientes esporádicos; "aunque, claro, esa es una variable que no manejamos", admite.

Por su parte, Héctor Peñate, director regional de Hidramar, compañía que también se dedica a reparaciones navales, afirma que la situación, "a empresas como la nuestra" les afecta doblemente: "No conseguimos contratos de renovación de equipos, y esas plataformas llevan equipos complejos que llevan mantenimiento que hacen en tierra y barcos de apoyo que están sin actividad".

En cualquier caso, a pesar de que reconoce que el sector "está mal", asegura que el caso de Hidramar es distinto, gracias a su diversificación: "Nos vamos a donde haga falta para encontrar el trabajo. Si el dinero no está aquí, vamos a buscarlo. Crecemos y hacemos el esfuerzo de buscar alternativas y nuevos proyectos".

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