Hoy es el año nuevo chino y comienza la celebración más importante de la cultura del gigante asiático, que genera todos los años la migración humana más grande del mundo porque la tradición marca que se ha de pasar estos días en familia. El año 4714 de la cronología china es el que recibe hoy el país y que terminará el 27 de enero de 2017. Los festejos duran quince días y muchas de las familias chinas afincadas en Canarias también retornan a sus tradiciones aunque con menos fastos que en su país de origen, donde el primer día del año se celebra con coloridos desfiles de dragones y leones.
Nancy Chang, dueña del restaurante chino Puerta de Oro -situado en la Avenida de Las Canteras- dirige a su vez una asociación cultural china que imparte clases del idioma todos los viernes en el instituto de La Isleta. Empezó hace unos quince años para que los nativos no olvidaran su lengua. Hace unos cinco años ha aumentado la asistencia de niños chinos adoptados por familias residentes en Canarias, pues los padres quieren que los pequeños recuerden su idioma y las costumbres del país.
A través de este centro se les ocurrió la idea este año de reunir a un grupo de padres con niños adoptados para conmemorar la Nochevieja china, con una cena con los platos típicos, que tienen una especial simbología, y explicarles a los menores cómo se celebran estas fechas.
Este año el mono releva a la cabra, pues cada año se representa con uno de los animales del zodíaco chino. Al mismo tiempo, China tiene cinco elementos básicos (oro, agua, madera, fuego y tierra), que también van rotando año tras año y el que empieza coincide con el fuego. De ahí el año del mono de fuego.
Nancy Chang, junto a su sobrina Victoria Ting -ya van por la cuarta generación afincada en las Islas- explican el menú especial para esta fecha. "Pescado agridulce, porque el pescado es muy importante, se pone entero, y viene a significar la abundancia todo el año", señala. Sopa de arroz glutinoso (nián gao) es otro de los platos de la noche. Nancy indica que aunque es arroz, 'nián gao' suena como a crecer y, por tanto, "simboliza que cada año los niños crecerán y las personas subirán escalones en su vida". Las empanadillas chinas también están en la carta porque tienen forma de "lingote de oro y supone riqueza" y las albóndigas cabeza de león "que son albóndigas grandes de carne", subraya, representan la fuerza del león y es como empezar el año nuevo con fuerza. Y de postre 'pa pao fan', un dulce de arroz con ocho delicias "que viene a decir que el año se viva sin amargura".
Esos manjares lo desgustaron ayer los presentes en su restaurante. Algunos de los niños desconocían una de las principales tradiciones en la Nochevieja, la del "sobre rojo" que repartió Nancy Chang a los padres para que los familiares pusieran dinero dentro, se lo dieran a los niños cerrado antes de dormir y lo guardaran debajo de la almohada hasta el día siguiente. En China no hay regalos de Reyes ni Papá Noel. Tampoco se comen las uvas pero es muy tradicional celebrar la llegada del año nuevo con muchos fuegos artificiales. "El sobre rojo es para darles buena suerte durante todo el año, y es como un amuleto que los protege", indica Nancy Chang.
Francisco Santana y Natividad Reyes adoptaron a Carla Liu a los tres años y ya tiene nueve. Tienen una hija biológica de 17 años, Lorena, y aunque viven en Telde traen a la pequeña al instituto de La Isleta para practicar chino. Ella ya casi no se acuerda de haberlo hablado. También Francisco Blat y su mujer fueron a cenar con su hijo Wen , de siete años, que adoptaron hace dos años y que nació en el norte de China. Heriberto Peña y María Luisa Fernández tienen a Auxiao, una niña de nueve años que lleva seis con ellos. Les costó tiempo el proceso de adopción pero ahora celebran la llegada del año nuevo chino juntos en Las Palmas de Gran Canaria.
