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"Toda una vida juntos"

María de los Ángeles Martínez Morales y Enrique Bautista García celebraron el pasado 30 de enero medio siglo de matrimonio

María de los Ángeles Martínez y Enrique Bautista el día de su boda. LP/ DLP

"Llevamos juntos toda una vida", confiesa al otro lado del teléfono. A María de los Ángeles Martínez Morales se le endulza el tono de voz cuando habla de su marido, Enrique Bautista García. No es para menos. Se conocen desde que eran niños y el pasado 30 de enero celebraron medio siglo de casados en lo que para ella fue "una fiesta preciosa y de película" que sus hijos le prepararon por sorpresa con motivo de tan señalada fecha.

Bautista y Martínez se criaron en el barrio de San Roque. Según explica María de los Ángeles eran prácticamente vecinos cuando eran chiquillos, de manera que fue así como supieron cada uno de la existencia del otro hace ya mucho tiempo. "Yo nunca tuve una pandilla, ni salía mucho porque aquella era otra época, pero él sí hacía cosas con sus amigos. Solía ir mucho a casa de una tía mía, donde yo pasaba mucho tiempo y yo también iba a casa de una tía suya". Fue así como, poco a poco, surgió el amor.

María de los Ángeles Martínez apenas tenía 14 años cuando empezó a salir con Enrique Bautista. Él tan solo contaba con dos primaveras más. El noviazgo se prolongó durante seis años hasta que el 30 de enero de 1966 se dieron el "sí quiero" en la iglesia de San Roque donde el cuñado de Martínez Morales les cantó en la ceremonia junto a la tuna a la que pertenecía. "Fue algo sencillo, la parroquia era muy pequeñita y tuvimos una tarta y poco más porque corrían tiempos más difíciles", comenta quien ya ha soplado las 70 velas.

"Pero lo que nos faltó en aquella boda lo tuvimos de sobra en esta", apunta entre risas. Y es que su prole se encargó de montarles una fiesta en el Aeroclub, situado en el Aeródromo El Berriel, en San Bartolomé de Tirajana. "Vinieron familiares de la Península y todo y la verdad es que fue un día precioso". Martínez revela que ni su esposo ni ella pudieron borrar la sonrisa en toda la celebración. Un hecho del que se dieron cuenta los asistentes, tal y como se lo han trasladado días después.

Pero, sobre todo, el matrimonio disfrutó de una jornada junto a cinco de sus seis hijos, sus nueve nietos y su bisnieto. Todos ellos, y también el bebé que está en camino, son el mejor fruto de media centuria caminando de la mano, tanto para lo bueno como para lo malo. "Nosotros tuvimos que enfrentarnos a la muerte de mi niño, que solo tenía 23 años cuando perdió la vida en un accidente, pero lo hicimos juntos. Porque no todo son rosas en los matrimonios, también hay espinas, momentos muy duros y complicados, pero hay que tener paciencia".

Habla la voz de la experiencia, de quien ha permanecido siempre junto a la persona que la enamoró hace ya 56 años. "Yo sigo mirando a mi marido y lo siento mío, porque lo nuestro fue un flechazo". El secreto para una relación tan duradera también pasa "por el respeto", bajo su punto de vista. "Al final ese amor tan intenso que se siente de jóvenes se termina convirtiendo en cariño y respeto cuando te vas haciendo más mayor". Enrique hace ya años que está jubilado. Trabajó en la Tropical y después en Unelco, mientras que María de los Ángeles se dedicó a criar a cuatro niños y dos niñas. "En diez años tuve cinco, y luego me quedé embarazada del pequeño ya con los 40 cumplidos", rememora. Ahora, con más tiempo libre, pasan sobre todo la vida junto a los suyos. "Mi marido no para, siempre tiene algo que hacer: llevar a los nietos al colegio, recogerlos... Y así pasan sus días y los míos", cuenta divertida. No obstante, también hacen algún viaje con el Imserso o por cuenta propia para visitar en la Península a algún familiar. Eso sí, siempre juntos, ya sea ir a la compra, a dar un paseo o a dar la vuelta al mundo, Enrique y María de los Ángeles no se separan.

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