La construcción de viviendas registró un ligero repunte durante el pasado año, un incremento de un 20% con respecto a 2014, que según la patronal de la construcción está muy lejos de significar el inicio de la recuperación del sector, una recuperación que sólo vendrá, advierte, del impulso de la rehabilitación. Lo que sí continúa en un ritmo ascendente son las pequeñas reformas y rehabilitaciones de viviendas, que no han parado de crecer, pese a la crisis, desde el año 2009. Este crecimiento ha ido acompañado de un aumento paralelo del Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO), cuya recaudación superó el pasado año los 2,2 millones de euros. Este tributo ha sobrepasado la barrera de los dos millones de euros por primera vez en muchos años, tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria.
La presidenta de la Asociación de Empresarios Constructores y Promotores de Las Palmas (AECP), Salud Gil, considera sin embargo que el sector tiene puestas sus esperanzas de recuperación, más que en la obra nueva, en la rehabilitción y está centrando los esfuerzos en este campo.
Según los datos facilitados por la Concejalía de Urbanismo, la solicitud de licencias de obra mayor durante el pasado año experimentó un crecimiento de un 31% con respecto a 2012. Si la comparación se hace con 2014, el aumento ha sido de un 20%, lo que indica que la actividad, aunque lentamente, va mejorando año a año. Los técnicos municipales califican de "significativo" el incremento registrado el pasado año. Fueron 548 las licencias de obra mayor solicitadas el pasado año, lo que supone un aumento de 95 frente a las 453 registradas en 2014. Crecen las obras de nueva planta pero, sobre todo, las reformas de edificios y rehabilitaciones, para lo que se solicitaron 194 licencias.
El incremento de la actividad constructiva se nota en el municipio, cuyo paisaje se ha vuelto a salpicar de grúas-torre. Son pequeñas promociones repartidas por el municipio, que en su inmensa mayoría vienen a ocupar el solar de viejos edificios demolidos. Es el caso, por ejemplo, del solar de Presidente Alvear, en el que se levanta un edificio de siete plantas o la parcela de León y Castillo, esquina con el Paseo de Lugo, donde después de varios años, ha comenzado a levantarse otro edificio de viviendas. En la calle Fernando Guanarteme, una recién creada cooperativa ha solicitado también licencia para levantar una torre de 13 plantas y 144 viviendas y los dueños del solar aseguran que ya han vendido buena parte de las casas. A la promoción de viviendas, se une la construcción o rehabilitación de varios hoteles, que está en marcha, con la vista puesta en el hipotético aumento de turistas que puede generar la apertura en 2017 del Acuario Poema del Mar. En opinión de Gil, las estadísticas son "perversas", porque dan a entender una recuperación que no es tal. "Es verdad que hay un aumento de la actividad de la construcción y que la recuperación del sector es una prioridad del Gobierno. Tenemos ilusión y estamos trabajando mucho, pero eso no significa que las empresas estén bien, porque la obra pública tiene el encefalograma plano", señala Gil, que considera que las promociones que se están ejecutando son casos puntuales promovidos por empresas con una trayectoria larga y solvente que se apalancaron poco en la época de la burbuja, lo que les ha permitido salir indemnes del crac inmobiliario. Esta circunstancia, sostiene, les ha permitido adelantarse a los acontecimientos y dar respuesta a la incipiente demanda que comienza a aparecer. "Se trata de promociones que van dirigidos a unos clientes muy específicos, de clase media no muy alta", indica Gil.
En cuanto a la reactivación del mercado inmobiliario que se está generando, considera que está impulsada en buena medida por las denominadas Socimi (Sociedades Anónimas Cotizadas de Inversión Inmobiliaria) y empresas de capital riesgo, que compran casas, aprovechando el bajón de los precios, para luego alquilarlas. Hay casos en los que llegan a comprar edificios enteros que derriban y levantan de nuevo, o rehabilitan, y luego lo destinan al alquiler.
El aumento en la construcción de casas no tiene nada que ver, en cualquier caso, con el auge que siguen protagonizando las pequeñas reformas y rehabilitaciones. El pasado año fueron 1.704 las solicitudes de licencia para obras menores, que registraron un incremento de un 4% con respecto a 2014, ejercicio en el que fueron 1.636 los permisos solicitados.
Tanto el primer teniente de alcalde y concejal de Urbanismo, Javier Doreste como María Salud Gil coinciden en la necesidad de promover la rehabilitación de viviendas, como motor para reactivar la economía.
"Es en la rehabilitación donde está el nicho que estamos buscando", sostiene Gil, quien señala que su asociación tiene previsto lanzar dentro de poco una campaña muy potente para informar a la gente de las subvenciones públicas y los créditos blandos que tienen a su disposición para reformar sus viviendas. La presidenta de la patronal de la construcción afirma que hace meses planteó al Ayuntamiento la posibilidad de crear zonas de rehabilitación en la capital grancanaria, pero no encontró "una receptividad muy grande" . Javier Doreste resalta, por el contrario, como muy interesantes las propuestas de Gil. "Se le pidió un proyecto relacionado con la reposición de viviendas de Tamaraceite y todavía estamos esperando".
La patronal, por su parte, reclama la puesta en marcha de un plan de viviendas potente en el que se aprovechen tanto los fondos de los planes estatales y canarios, incluidos los del extinto ITE, como todas y cada una de las líneas de ayudas que está potenciando la UE en el marco de la ciudad sostenible.
