La Provincia - Diario de Las Palmas

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La mente virtual ante un hecho sin parangón

El Pueblo Canario es un espacio que, entre unos y otros, hemos dejado moribundo - Este es un relato de lo que podría llegar a ser

La mente virtual ante un hecho sin parangón

El vuelo a Gran Canaria se anunciaría en pocos minutos, la cola ya era considerable. Un grupo de personas mayores rodeaba a una señorita que flameaba una banderita verdiblanca.

En medio del Atlántico, uno de los buques estrellas de la Royal Caribbean, el Anthem of the Seas, navega hacia el Puerto de La Luz. En sus entrañas, casi 5.000 cruceristas. Por los altavoces del buque se anuncia que los pasajeros que lo deseen pueden inscribirse en las distintas excursiones programadas para la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. En la cola de la oficina de excursiones muchos de los pasajeros llevan en sus manos folletos de información general de la ciudad que van a visitar.

Un matrimonio alemán de Frankfurt entró en la agencia de viajes 3T Reisen, en cuyo escaparate se podía ver un soporte publicitario en el que se conjugaba visiones de la playa de Las Canteras, Vegueta y el Pueblo Canario; todo ello se remataba con la siguiente frase: "Las Palmas de Gran Canaria, mejor clima del mundo".

En Madrid y tras superar un sinfín de inconvenientes, el nuevo edificio España presenta su nueva estructura interna. En una de sus singulares cafeterías, una tarde otoñal, un grupo de personas de mediana edad comentaba el viaje que realizarían a Las Palmas de Gran Canaria y hablaban de las recomendaciones que la agencia de viajes les propuso llevaran a cabo: no podía faltar una visita al Pueblo Canario y al Museo de Néstor allí ubicado.

Los estudiantes canarios en Madrid, en sus residencias, están acostumbrados a ver imágenes y escuchar eslóganes del Pueblo Canario en los espacios publicitarios de las distintas cadenas televisivas. También es normal que la prensa de la capital y la de provincias, sobe todo sábados y domingos, aparezcan recuadros que reflejen las excelencias de la principal capital canaria, destacándose la conveniente visita al Pueblo Canario.

Hacía poco tiempo que en el Teatro Cuyás se había procedido a la entrega de certificaciones y títulos de la 1ª Promoción de Guías históricos sobre Gran Canaria, el presidente del Cabildo Insular finalizó el acto con un vibrante discurso sobre las excelencias turísticas de nuestra Isla. Fue muy aplaudido. La Isla necesitaba un equipo de personas especializadas en estos menesteres.

En la escalinata de acceso al Museo de Néstor, una guía que blandía una banderita verdiblanca, de esta guisa hablaba al grupo de mayores que frente a ella se encontraba: "Muy brevemente les diré quién era Néstor Martín-Fernández de la Torre, la significación de este museo y su obra. Nace en Las Palmas el 7 de febrero de 1887. Se le conoce por Néstor, su identificación universal. Néstor era persona muy comunicativa, extrovertida, apasionada por la cultura y cosmopolita, era español y europeo, con un gran amor a Gran Canaria y con una visión de futuro notable, sobre todo, de lo que podría llegar a ser esta tierra sorprendente. Néstor pintor, retratista, diseñador, decorador?Confecciona vestidos de ópera, realiza bocetos para teatro, estudia los trajes de la región y diseña nuevas creaciones. En relación a su obra pictórica ( Néstor es el representante del modernismo español y figura importante en el contexto europeo cuando se habla de simbolismo), se puede decir que el museo que lleva su nombre refleja su proyección como pintor y lo más representativo de su trabajo. Néstor, hijo predilecto de Las Palmas, fallecía el 7 de febrero de 1938, justo a los 51 años de edad. Entremos y disfrutemos de sus poemas, de su extraordinaria obra y, también, de este museo, considerado ya como la bombonera museística de Canarias, tal ha sido la perfecta renovación que se ha llevado a cabo respetando sus fundamentos y sus principios de creación".

Ya han transcurridos bastantes días del comienzo del segundo cuarto de este siglo XXI, mis años también corren rápidos? Es jueves y algunos familiares han venido a visitarnos, lo cual agradecemos y alegramos mi esposa y yo; llegan de la antigua Abyla, la Ceuta actual, Ciudad de las más antiguas de España, más de tres mil años la contemplan? Y parece que traen aprendido lo que quieren ver: "Nos han dicho que no dejemos de visitar el Pueblo Canario, el Museo de Néstor y el Hotel Santa Catalina?" y, a media mañana, caminamos al lugar.

Accedimos a ese entorno deslumbrante, así se ha convertido todo ese espacio, por León y Castillo y les acerqué al soporte informativo histórico que habla del Hotel Santa Catalina (después de un montón de años se han corregido los errores históricos que se reflejaban. Desde septiembre de 2014, oficialmente, puse en antecedentes a nuestro Ayuntamiento de la necesidad de esas correcciones). Llevé a mis familiares a que viesen la fachada del Gran Hotel, con sus bellas balconadas y sus maderas y piedras relucientes. Muy rápidamente recorrimos la planta noble y se asombraron de sus salones, de sus singulares rincones, de los mármoles de los pisos y de la singularidad de sus paredes. Me comentaron que la limpieza que observaban era digna de alabar. Admiraron las obras de arte de artistas canarios que el Hotel ofrece a sus visitantes. Les indiqué que este edificio es patrimonio ciudadano desde 1923 y que el Ayuntamiento ha dado en arrendamiento a la actual empresa hotelera que lo gerencia.

Pasamos al Pueblo Canario, entre los artistas, sobre todo pintores, que ofrecían sus coloridas obras, colocadas en la acera y en el muro de separación con La Caleta. Algunos turistas se interesaban en la adquisición de estas pinturas, casi todas relacionadas con temas isleños.

La animación en todo el recinto era desbordante, aún no habían comenzado los cantos y danzas; los soportales era un continuo ir y venir de los visitantes, entraban y salían de las tiendas artesanales y, lo mejor, con productos de la tierra que se llevaban a sus casas, a sus lugares de origen. Dos guaguas llegaron del puerto con más de cien pasajeros que viajaban en el imponente buque que a las ocho de la mañana atracó en el moderno muelle de cruceros y que se habían apuntado a esta excursión, incluyendo un refrigerio en el denominado Bodegón Canario. Lo más solicitado eran carajacas, aceitunas aliñadas, papas de esas que "se arrugan", como alguien pidió, y con mojo y el exquisito queso tierno del país? Los camareros, activos y solícitos, iban y venían.

Fotos de la ermita

Muchos visitantes hacían fotos de la ermita, reluciente y pintada, abierta, para ser visitada? una guía, que actuaba también como cuidadora del lugar, se preocupaba de explicar la obra de Arencibia, el gran pintor muralista grancanario del siglo XX, lo que significaba en la actualidad este espacio, que desde hacía muchos años se utilizaba para la celebración de bodas civiles. Esta edificación data de mediados del siglo XIV: la estructura del edificio era tosca, "?de piedra seca", según Viera y Clavijo. La advocación dada a la ermita se extendió por una gran zona de esta ribereña ciudad. Decir, como curiosidad, que los jardines del Hotel Santa Catalina tomaron también el nombre de la santa de Alejandría, hasta que fueron cambiados por el actual de Doramas, pasando la denominación al renombrado parque del puerto capitalino.

El Centro de Iniciativas y Turismo, a través de su punto de información turística, el más productivo de toda la ciudad, se encargaba de repartir un folleto, a todo color, de este significativo lugar, en donde, resumidamente, se explicaba cada "parte" del espectacular Pueblo Canario. ¡Por fin! Nuestro Ayuntamiento comprendió la labor de este punto informativo turístico y, desde hace algún tiempo, se hace cargo del gasto de la encargada de este puesto.

En el ala norte de la plaza principal o de Las Palmas, en su parte superior, volvió a funcionar aquella Exposición Benéfica Nuestra Señora del Pino, pabellón artesano que, a modo de exposición permanente, mostraba los productos típicos del país, de cada municipio isleño. En la actualidad y dependiendo del cabildo, concretamente de la Fundación para la Etnografía y el Desarrollo de la Artesanía Canaria, se ha establecido, a modo expositivo y venta, los productos artesanos de Gran Canaria. En el salón anterior a este pabellón se ha ubicado el Museo del Turismo, no es de grandes dimensiones, pero algo había que hacer para dar a conocer la historia de nuestro turismo en la Ciudad. Esta idea siempre me la comentaba el recordado amigo, defensor que fue de Gran Canaria, con una constancia inaudita, el ínclito Nicolás Díaz-Saavedra de Morales, hace ya más de diez años fallecido: "Es necesario un museo dedicado al turismo, a esta historia que, por ella, hemos progresado", más o menos eran estas sus palabras. Ahora podemos conocer la historia de nuestros primeros hoteles, cómo se desarrollaron. Funciona, asimismo, el Centro de Análisis y Desarrollo Turístico Mundial, así como el Foro Néstor para "el desarrollo turístico, con la creación de los Premios Néstor a la mejor idea o proyecto innovador para Gran Canaria?" ideas estas que fueron expuestas hace nueve años por el periodista y experto en estudios turísticos Míchel Jorge Millares.

Mi familia no daba crédito a lo que veía, tal era la animación que nos rodeaba, nos cruzamos con un grupo de madrileños que, con prisas, se dirigía al comedor interior del típico bodegón que, por cierto, de seguro que es el restaurante de su clase más antiguo de la ciudad. En ocasiones, en su terraza superior, perfectamente acondicionada, se dan celebraciones de bodas. Los cantos y las danzas ya habían comenzado, la plaza estaba repleta y todas las mesas ocupadas. Al margen de estas actuaciones, el ajetreo continuaba en las coloridas tiendas, algunos grupos se detenían en la floristería y en el pequeño establecimiento de aves regateaba un matrimonio por el precio de un pequeño y cantarín canario. Propuse a los míos llevarlos a comer al Hotel Santa Catalina, que recientemente había conseguido una estrella Michelín.

En el camino hacia el hotel me crucé con un concejal del Ayuntamiento, conocido y, por demás, amigo, que estaba en la oposición pero con el encargo de ejercer como gerente o director del Pueblo Canario. A él le llegaban las necesidades del lugar, resolvía incidentes y actuaba como coordinador entre las empresas ubicadas en el lugar y el ayuntamiento; no tenía que ver con el Museo de Néstor. Me comentaba que tenía trabajo pero que era muy satisfactorio por los resultados que se obtenían. Últimamente se consiguió que las guaguas turísticas, que en León y Castillo tenían parada, aconsejaran a los turistas visitar el Pueblo Canario y que embarcaran en otra guagua que pasaba cada hora. Antes de despedirnos, me dijo: "El denominado Pueblo Canario, indudablemente lejos de aquel sueño, de aquella ilusión nestoriana?pero siempre entrañable y atrayente, es para la ciudad algo importante, muy significativo y que forma parte, por su recorrido histórico, del acervo cultural de los grancanarios. El fantástico Néstor, el ensoñado e imaginativo pintor, concibió un Pueblo Canario esplendoroso, ideado para impulsar el turismo. Deseaba que su idea fuera un escaparate para propios y extraños y que se pudiera observar y conocer las raíces de Gran Canaria, sus tradiciones, su música, su artesanía, su gastronomía". Me gustó su discurso, le dije que tenía razón, pero que la realidad era lo que teníamos y que a eso hemos de atenernos, procurando mantener la idea y este espacio, con esta animación y este impulso, recordando lo que nos ocurrió hace diez años, tras aquella paulatina muerte que por desidia e incapacidad se llegó a una situación límite.

Aproveché para felicitarle por su gestión para que los coleccionistas de monedas y sellos volviesen los domingos al Pueblo Canario, ello hará que muchos turistas con estas aficiones visiten este lugar y entren en contacto con sus homónimos canarios, para ello se ha de anunciar, en los medios y en los hoteles, que los domingos se celebran reuniones de coleccionistas. También le manifesté que, al margen de las actuaciones folclóricas de jueves y domingos, es una gran idea que otros días, por las noches, actúen grupos musicales y que el Pueblo Canario permanezca abierto y en actividad todos los días, pues es uno de los lugares importantes de la Ciudad a tener en cuenta para que los turistas y viajeros lo visiten. Tal como se ha planteado y se desarrolla en la actualidad este espacio, se ha de felicitar también que se haya tenido en cuenta la seguridad de los visitantes y de las empresas allí instaladas. Con el deseo de que continuara con esta admirable gestión y un apretón de manos, nos despedimos.

Sentados alrededor de nuestra mesa del restaurante del hotel, tranquilos y contentos por las vivencias recibidas, me preguntaron qué fue lo que sucedió en aquel entonces, respecto al Pueblo Canario. Así les hablé, tras un sorbito de un exquisito vino blanco de Lanzarote: "Recuerdo hace diez años la que se montó cuando cerraron los dos últimos establecimientos que permanecían abiertos: Bodegón Canario y Fataga Artesanía y lo que quedaba de este entrañable lugar: una construcción que, por costumbre, llamamos ermita (que lo fue, pero ya sin culto religioso) marchita y con humedades que presagiaban importantes deterioros en la obra de Arencibia, todos los espacios comerciales vacíos, incluido el de la exposición permanente; ausencia de servicios higiénicos, gran parte de las paredes desconchadas, falta de luces? Un Museo de Néstor cada vez más disminuido por la falta de medios esenciales para cubrir sus objetivos, una total pasividad de los responsables de este lugar, unido a la incapacidad manifiesta de resolver, convincentemente, la problemática del Pueblo Canario ¡Dios mío! y fue declarado, en 2013, Bien de Interés Cultural (vaya tomadura de pelo. Se confirma que los políticos nos toman por tontos, a los ciudadanos de a pie, que solo servimos para votar cada cuatro años).

En diciembre de 2015, un concejal de la oposición, joven e inquieto, indagó y estudió el caso del Pueblo Canario y presentó en Pleno una propuesta de actuación en conjunto? A partir de aquí, salieron a relucir otras propuestas, salieron a relucir las culpas, salieron a relucir palabras, palabras y más palabras, pero las palabras si no van acompañadas de hechos caen en el vacío. Fue una época en la que se hablaba mucho, se escribía mucho y se hacía poco y nada en el Pueblo Canario. El deterioro de este significativo lugar se fue fraguando de forma paulatina, durante muchos años, uno detrás de otro? Si casi 20 años transcurrieron desde la colocación de su primera piedra hasta su inauguración en julio de 1956 (tiempo largo; posiblemente justificable por las circunstancias de aquella época), los más de 30 años, desde los 80 del pasado siglo, de desidia y despreocupación, hicieron del Pueblo Canario algo inerte, casi inútil. No supimos aprovechar ese potencial que teníamos a mano, ya hecho, no se necesitaba inversión, solo impulso, voluntad?

Todos somos culpables, fríamente lo pienso así, además del Ayuntamiento y el Cabildo, la sociedad civil y en ella entra el Centro de Iniciativas y Turismo de Gran Canaria, una sociedad civil que al margen de manifestarse ha de recurrir a argumentos más contundentes, a mayores insistencias, a acogerse a instancias más altas si nuestras autoridades locales hacen de la pasividad su principal método de actuación. Lo que ocurrió entonces llevó implícito un deterioro de nuestro bienestar y progreso pues se dejó de impulsar el turismo en el ámbito local y el turismo, se quiera o no, es motor económico en estas latitudes. Han pasado muchos años desde entonces y todo ha cambiado? El recordar estas cosas ha de servir para no caer en los mismos errores. Y esto, en resumen, fue lo que sucedió. Disfrutemos, ahora, de estos exquisitos platos que nos han servido? en este espacio de tres siglos. En otra ocasión os hablaré de este Hotel, quizás en los postres?"

El buque de la Royal Caribbean ya surca las aguas de nuestro Atlántico, hacia un nuevo puerto? En más de una ocasión, el Pueblo Canario se vestía con traje de noche y esta animación nocturna era especialmente agradable. Los "barcos turistas" surtos en el puerto, esas noches, recibían preciosos ramos de flores que preparaba Hesperia a petición de las más románticas parejas, de modo que, cuando volviesen a sus cómodos camarotes y durante parte de la navegación, recordasen la mágica noche de un Pueblo Canario único y el olor de sus flores? Era la memoria de los sentimientos y el recuerdo imperecedero hacia un pueblo atlántico, hospitalario. ¡Increíble! lo que esta ciudad se ha perdido año tras año, esa memoria que hubieran captado los que nos visitan, ese reconocimiento a un pueblo con especiales elementos de cultura tradicional.

Mi mente por los caminos de la ilusión, la realidad por el sendero de los hechos y esta realidad es bien distinta a lo que mi inquieto bolígrafo ha trazado por los surcos de los sentimientos? ¡Ojalá! en poco tiempo, haya dinero en caja para resolver la situación de nuestro Pueblo Canario. Para salir del paso tenemos ahora unos "parches", no son suficientes los "parches", estos deben durar el mínimo de tiempo, se hace preciso una gran inversión? En cierta ocasión, un presidente de nuestro Gobierno solicitó dinero a su ministro de Economía y Hacienda y este, muy serio, le respondió: "Señor presidente, no hay dinero en caja", a lo que contestó preguntando el señor presidente: "¿No hay dinero para la política?" ¿El Pueblo Canario no se merece una clara prioridad en los asuntos de nuestro bienestar, de nuestro progreso, de nuestro turismo?? Que no de la política?

El paseo ha terminado y estoy en paz. Sin embargo, algunos signos interiores parecen indicarme que preste atención? mi mente percibe señales lejanas, sonidos entrañables, insuperable armonía de voces? "soy folía, soy añoranza y encuentro". Es nuestro Pueblo Canario, cúmulo de sensaciones, de vida y de sueños? de sueños que combaten con la realidad, que se entremezclan en imperecedera contradicción? que nos habla de esperanzas y de alegrías y que quizás seamos como el canto de la folía? añoranza y encuentro? y un solo sentimiento.

Parte del texto se ha extractado del libro El Pueblo Canario. Un Proyecto Inacabado: Del Sueño a la Realidad. Del autor. CIT. 2007

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