La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Aridane afronta 12 años de cárcel por dejar en silla de ruedas a un joven

El fical pide un millón por las secuelas

Aridane afronta 12 años de cárcel por dejar en silla de ruedas a un joven

Está en prisión provisional desde diciembre de 2014, tiene 20 años y deberá afrontar dos juicios por delitos violentos: un robo con violencia a un jubilado en Cruz de Piedra con resultado de muerte, y unas lesiones muy graves por dejar en silla de ruedas a un joven en la calle Franchy Roca de la capital grancanaria. La Fiscalía de Las Palmas reclama para Antonio Aridane Ledo Rosales nueve años de cárcel por la primera causa penal, así como doce años de prisión por la segunda, que acaba de ser calificada por el fiscal Antonio Amor.

El representante del ministerio público acusa a Antonio Aridane Ledo de lesiones agravadas y solicita el castigo máximo por ese delito, que establece una pena de seis a doce años de reclusión por agresiones con deformidades, enfermedad psíquica y la inutilidad de miembros principales o de algún sentido. La víctima arrastra secuelas de ese tipo por culpa del puñetazo que recibió durante la madrugada del 7 de diciembre de 2014.

Según las conclusiones provisionales del fiscal, Antonio Aridane Lorda, de 20 años, se metió esa noche en varias peleas. Estaba de fiesta en los alrededores de Franchy Roca, una zona de ocio nocturno en la que han ocurrido otros episodios similares de violencia, como el asesinato de Iván Robaina en 2008. Sobre las 05.45 horas, a la salida de una discoteca en Luis Morote, la víctima, que acaba de cumplir 20 años, se paró a hablar con un grupo de amigos implicados en una pelea. En ese momento llegó Aridane "desde atrás", en "carrera" y "a toda velocidad", propinándole un "fuerte puñetazo" que lo dejó inconsciente en el suelo.

El fiscal añade que el acusado atacó a la víctima con la finalidad de "causarle el mayor daño posible", pues lo agredió de manera "sorpresiva" e "inesperada", sin que se pudiera defender. El procesado, incluso, se "jactó" de su hazaña delante de los amigos del agredido. "Toma, KO", dijo antes de huir en dirección al parque Santa Catalina, donde fue detenido.

La víctima, que se "debatía entre la vida y la muerte", agrega el ministerio público, entró en coma e ingresó en Neurocirugía con un "diagnóstico de estado vegetativo". Luego fue trasladada al centro de lesiones cerebrales del Hospital Insular, con daños muy graves, e inició un largo proceso de rehabilitación. En la actualidad necesita una silla de ruedas para desplazarse y la "ayuda constante" de una tercera persona, entre otros trastornos que afectan a sus funciones cerebrales y a su personalidad. La Fiscalía exige, por las secuelas, 950.000 euros en concepto de responsabilidad civil, y 17.025 euros por los 227 días de hospitalización que requirieron la estabilización de las lesiones, según el fiscal.

El Juzgado de Instrucción número 5 de la capital grancanaria ha remito el sumario a la Sección Segunda de la Audiencia de Las Palmas, que se encargará de celebrar el juicio en fecha aún por determinar. La juez Ana Isabel de Vega procesó a Antonio Aridane Ledo por un delito de homicidio en grado de tentativa, pero Antonio Amor ha optado por acusarlo de lesiones con la agravante de alevosía.

No es el única causa que tiene pendiente. La fiscal Teseida García también ha solicitado la apertura de juicio oral por los delitos de robo con violencia y homicidio imprudente.

Chivatazo en el taxi

En este caso se le acusa de golpear a un jubilado de Cruz Piedra para robarle la cartera y causarle la muerte. La víctima, de 85 años, fue agredida el 1 de noviembre de 2014, pero falleció 12 días después en el hospital por la gravedad de las heridas, entre ellas un hematoma originado al golpearse la cabeza al caer al suelo. La fiscal reclama cuatro años de cárcel por el homicidio imprudente y cinco años por el robo con violencia. Antonio Aridane, que venía de una fiesta de Halloween, siguió de amanecida con el dinero que supuestamente sustrajo al pensionista. Las sospechas se centraron en él desde el principio, pero no había pruebas para detenerle. Cinco semanas más tarde dejó en coma al chico de Franchy Roca. Una conversación en un taxi, tras la última agresión, sirvió a la policía y a la juez Victoria Rosell para cerrar el caso.

Compartir el artículo

stats