La Audiencia de Las Palmas ha ratificado la sentencia que condena al jefe de mantenimiento de Transportes Peroga SL por el accidente mortal de la Circunvalación. El fallo impone tres años y cuatro meses de cárcel a Pedro Manuel García Roque como autor de un delito de homicidio por imprudencia grave en concurso con otros diez delitos de lesiones imprudentes, los cuales se corresponden con los daños causados a los implicados en el choque.

Al semirremolque enganchado a la cabeza del camión le fallaron los frenos mientras bajaba por la Circunvalación en dirección al túnel de Julio Luengo. Allí, a la entrada de plaza de América, arrolló a los coches que esperaban para ir al Norte o hacia Guanarteme. Se vieron afectados 16 vehículos, cuatro calcinados por las llamas, y falleció una vecina de Guía, Elena Marrero Gil, de 41 años.

Pedro García era jefe de tráfico en Willis Gestiones Logísticas SL, Transportes Peroga SL y Lumagaro SL, pequeñas empresas familiares en las que se encargaba del uso y cuidado de los vehículos. La juez Mónica Oliva le condena por ordenar un servicio con un semirremolque que "no era apto para la circulación" por "las deficiencias en el sistema de frenado", según la sentencia dictada en septiembre por el Juzgado de lo Penal número 2.

El acusado recurrió en apelación, pero la Sección Sexta de la Audiencia, con el magistrado Carlos Vielba como ponente, rechazó sus argumentos el pasado 3 de febrero y declaró firme la sentencia, que ha sido remitida al Juzgado de lo Penal para su cumplimiento. La ejecución implicará el ingreso en prisión de García, pues no cabe la suspensión porque la pena supera los dos años de cárcel. Otra posibilidad es solicitar un indulto y pedir a la juez que espere por la resolución del Consejo de Ministros, pero nada garantiza el éxito de esa iniciativa. De hecho, el criterio de ese Juzgado no es aguardar por la medida de gracia, sino ordenar la ejecución de la pena desde el mismo momento de su firmeza.

La Audiencia de Las Palmas, en ese sentido, concluye que la imprudencia es grave y su relevancia penal "indiscutible", entre otras razones porque García "conocía" que el semirremolque no había pasado la ITV y ordenó cargarlo para prestar un servicio desde Telde hasta el muelle de Agaete. El tribunal resta relevancia a que el acusado no supiera los defectos concretos del sistema de frenado, ya que, de haberlo sabido, el delito objeto de juicio sería más grave. Lo mismo concluye respecto a la supuesta orden dada por García para evitar el trazado de la Circunvalación. Los peritos, en ese aspecto, concluyen que los frenos de la cabeza del camión si funcionaron, pero no los del semirremolque, cuyos defectos eran tan importantes que "no habría pasado la ITV". Por ese motivo no se formuló acusación contra el chófer, que intentó detener el vehículo y no cometió ninguna negligencia que contribuyera al fatal desenlace. El semirremolque, con 30 años de antigüedad, debía pasar la ITV el 24 de abril de 2011, pero no lo hizo y el 13 de marzo de 2012 perdió los frenos.