En la Avenida Marítima de Las Palmas de Gran Canaria, haciendo esquina con la calle Carvajal, hay una cabina telefónica que, desde lejos y a simple vista, puede parecer una cabina más. Pero no lo es. Con acercarse un poco se puede observar que se trata, en realidad, de una pequeña biblioteca que se suma a la corriente del llamado BookCrossing, que es la práctica de dejar libros en lugares públicos para que cualquier otra persona pueda llevárselo, promoviendo la idea de dejar otro a cambio.
Provista de un par de estantes y decorada con la frase "Coge uno, deja otro", el hashtag #Estoesunabiblio y la dirección web miBarrio.org, cuenta de momento con algunos tomos de distinta índole y varias revistas, a la espera de que continúe el trueque.
En el carril bici que pasa justo al lado de la cabina circula con la suya José Víctor González, un lector empedernido a quien le parece que lo del BookCrossing es "una idea fantástica". "Yo soy de los que compra libros e incluso he tenido que regalar muchos porque no me caben en las estanterías", cuenta.
"Algunos se los regalo a asociaciones benéficas", prosigue, "y en más de una ocasión he ido a comprarme libros y me he encontrado mi nombre escrito en algunos de ellos; vamos, que eran míos, los doné y regresaron a mí". González, que no conocía de la existencia de esta pequeña biblioteca, admite que, a partir de ahora, "traeré algunos de mis libros aquí y me llevaré alguno, claro".
'miBarrio.org'
En el portal web de miBarrio.org explican un proyecto que busca que se recupere la vida colaborativa y comunitaria "que estamos perdiendo en las ciudades". En este sentido, la apuesta es "proporcionar un punto de encuentro donde los vecinos puedan compartir, intercambiar, participar juntos en un proyecto y ayudarse". "Una 'plaza pública' donde poder comunicarnos y relacionarnos con los demás", añaden.
Así, a través de un aplicación para smartphones, "queremos recrear la plaza del barrio, el sitio donde podamos ampliar el círculo de confianza formado por la familia y amigos".