El Gobierno tripartito mantiene el ensayo de los dos días libres en el taxi, pese a las protestas y presiones de la cúpula de la patronal. El alcalde Augusto Hidalgo, garantizó ayer que la libranza será eliminada en junio, en el caso de que sean rechazados por la mayoría de los taxistas en la consulta que se celebrará, cuando finalicen los cuatro meses de prueba que arrancan el siete de marzo. Cerca de 200 asalariados y titulares de taxis recibieron ayer a Hidalgo y a sus compañeros del gobierno municipal, a su llegada al pleno en las Casas Consistoriales, con tarjetas rojas y gritos de "tripartito traidor", "tripartito dictador" y "no a las imposiciones". En el bando contrario, el de los que están a favor, atribuyeron el rechazo al descanso a los titulares que sólo defienden sus intereses particulares, entre ellos, los floteros, a los que claramente perjudica no poder tener sus vehículos en la calle todos los días.
Las tarjetas rojas también llegaron al salón de plenos, a donde acudieron representantes de cinco pequeñas asociaciones de autónomos y de la Asociación de Trabajadores Autónomos de Autotaxis (ATAT) y las dos cooperativas de San Cristóbal y Las Palmas, así como de asalariados. El de ayer era el tercer día de protestas contra la medida, que también se va a denunciar en los tribunales. Entre ellos estaba Gorki Bethencourt, presidente de la Asociación Profesional de Teletaxi, que advirtió que "no se trata de un ensayo, sino de una medida definitiva".
Tanto Hidalgo, como el concejal de Movilidad, José Eduardo Ramírez, afirmaron que "no es una imposición". "Estamos convencidos de que el sector del taxi va a mejorar sus condiciones de trabajo con el día de descanso", destacó el regidor, quien afirmó que "el principal problema" que tiene el taxi está relacionado con los floteros y "este gobierno ha sido implacable con este asunto". "Si se detectan ilegalidades", añadió, "se tomarán medidas y se llevará a cabo un control exhaustivo de la situación del taxi. Lo que se pretende es que puedan vivir de este trabajo y que lo hagan con dignidad. Si consideran que eso no es así, pues que voten en contra cuando acabe la prueba".
Por su parte, Ramírez consideró hizo "un esfuerzo para llegar a un acuerdo con todos los colectivos y no fue posible. Tenemos que resolver el exceso de licencias y serán ellos quienes decidan, cuando termine la prueba". Unas pocas tarjetas verdes, entre ellas la de Expedito Suárez, denunciante de los floteros y presidente de la Asociación de Titulares de Licencias de Autotaxis (Atlatc), se levantaron a favor de la libranza. Suárez felicitó al tripartito por "haber cogido el toro por los cuernos" y atribuyó las protestas del "silencioso sector" del taxi - que se cayó en 2014 "cuando se impuso el uniforme"-, a los intereses de los floteros y "otros objetivos particulares", a los que le están haciendo el juego algunos "trabajadores desinformados". "Gracias, por darnos la oportunidad a más de mil familias de probar algo distinto" para ver si funciona, dijo Suárez, que afirmó que la escasa asistencia a la consulta convocada por la ATAT y las cooperativas, a la que sólo fueron 553 titulares de un total de 1.640, refleja que la mayoría del sector no se siente representada por ellos. Reclamó inspecciones para erradicar a los floteros y pidió al tripartito que no se rinda a las "coacciones".
